Las autoridades del sur de Suiza están en alerta máxima ante la posibilidad de que se produzcan inundaciones a lo largo del río Lonza tras el desplome del glaciar Birch a principios de esta semana. Una enorme avalancha de rocas y hielo se precipitó sobre el valle de Lötschental, sepultando gran parte del pueblo alpino de Blatten bajo el barro y los escombros. Las autoridades informan de que el 90% del pueblo ha quedado destruido.
El derrumbe hizo que los escombros llenaran el lecho del río Lonza, creando una presa y provocando la formación de un lago río arriba. Las autoridades advierten que si la presa cede, la marejada resultante podría inundar las comunidades río abajo.
Las autoridades han empezado a desmantelar los puentes peatonales y a reforzar las infraestructuras críticas para prepararse ante posibles inundaciones en Gampel, y se ha aconsejado a los residentes que organicen un alojamiento de emergencia en caso de evacuación. «Anoche no pude dormir», dijo una mujer a los periodistas. «Estábamos pendientes de lo que pudiera pasar: si pasa algo, tenemos que irnos».
Para mitigar el riesgo, las autoridades han vaciado la presa de Ferden río abajo, con la esperanza de que pueda absorber parte del posible desbordamiento si se produce una ruptura. El Ejército suizo se ha desplegado en la región, pero no puede llevar a cabo operaciones terrestres debido a la inestabilidad reinante.
En Blatten, la devastación es enorme. Las imágenes aéreas muestran casas sumergidas en lodo espeso, con carreteras y estructuras enterradas o arrasadas. Las autoridades habían evacuado a más de 300 personas, así como el ganado del pueblo de Blatten, como medida de precaución a principios de este mes, pero un hombre sigue desaparecido tras el incidente.
Sin embargo, la Policía local afirma que la operación de búsqueda y rescate se ha suspendido temporalmente debido a la caída de escombros. La presidenta Karin Keller-Sutter visitó la región el viernes.