Rusia calificó el proyecto de defensa estadounidense Cúpula Dorada como una seria preocupación, aunque descartó que represente una amenaza alarmante, declaró el jueves Serguéi Ryabkov, viceministro de Asuntos Exteriores, según informó la agencia estatal rusa TASS.
La iniciativa, impulsada por el presidente Donald Trump, contempla una inversión de 175.000 millones de dólares y tiene como objetivo desarrollar un sistema de defensa capaz de neutralizar amenazas de China y Rusia.
Por su parte, este miércoles China expresó estar “seriamente preocupada” por el mismo proyecto antimisiles de Estados Unidos y urgió a Washington a detener su desarrollo, afirmó Mao Ning, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Mao Ning señaló en su rueda de prensa habitual que el proyecto Cúpula Dorada implica “fuertes implicaciones ofensivas” y eleva los riesgos de militarización del espacio exterior, así como de una nueva carrera armamentística.

“Estados Unidos, al perseguir una política de ‘Estados Unidos primero’, está obsesionado con buscar la seguridad absoluta para sí mismo. Esto viola el principio de que la seguridad de todos los países no debe verse comprometida y socava el equilibrio estratégico y la estabilidad mundiales. China está seriamente preocupada por ello”, dijo Mao.
El presidente Trump anunció el martes la selección de un diseño preliminar para el proyecto Cúpula Dorada, cuya finalización está prevista para el término de su mandato en 2029. Hablando desde el Despacho Oval, el mandatario afirmó que espera que el sistema tenga la capacidad de interceptar misiles “incluso si son lanzados desde el espacio”.
Además, anunció que el general Michael Guetlein, actual vicejefe de operaciones espaciales, será el encargado de supervisar el avance de esta ambiciosa iniciativa.

Se prevé que el sistema combine capacidades terrestres y espaciales para detectar y neutralizar misiles en las cuatro fases clave de un posible ataque: evitar el lanzamiento destruyendo los misiles antes de despegar, interceptarlos en la fase inicial de vuelo, detenerlos en pleno trayecto y finalmente interceptarlos en los minutos finales mientras descienden hacia su objetivo.
El Pentágono lleva años advirtiendo que los misiles más recientes desarrollados por China y Rusia son tan avanzados que requieren una actualización de las contramedidas existentes. Los satélites e interceptores que se añadirán al programa Cúpula Dorada —que concentra la mayor parte del presupuesto— estarán diseñados para detener esos misiles avanzados en las primeras etapas o a mitad de su trayectoria.
Esta escalada tecnológica en defensa refleja la creciente tensión entre las principales potencias mundiales y subraya los desafíos para la estabilidad global en el contexto de una carrera armamentista cada vez más sofisticada.
Fuente: Infobae