¿Seguirá adelante con las regrabaciones si logra recuperar los másteres originales? Hasta ahora, Swift ha lanzado nuevas versiones de Fearless, Red, Speak Now, 1989 y Reputation, todas con gran éxito. Sin embargo, si logra adquirir los derechos de los originales, podría optar por detener el proyecto o darle un nuevo enfoque.
Según fuentes cercanas a la cantante, existe una posibilidad real de que la disputa por los derechos de sus primeras grabaciones acabe con la artista recuperando el control de los másteres originales de sus seis primeros álbumes. Los mismos que dieron origen a su proyecto de regrabaciones conocido como Taylor’s Version.
La controversia comenzó en 2019, cuando el empresario musical Scooter Braun adquirió Big Machine Label Group, la discográfica con la que Swift firmó a los 15 años. Esta operación, valorada en más de 300 millones de dólares, incluyó los derechos de los álbumes Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation. La cantante denunció públicamente que no tuvo la oportunidad de comprar sus grabaciones antes de que se concretara la venta.
En respuesta, Swift emprendió una estrategia sin precedentes: pedir a su público que no consumiera sus trabajos originales y regrabar sus discos para recuperar el control artístico y financiero de su obra. Esta iniciativa no solo fue un éxito comercial, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia frente a las prácticas de la industria musical que limitan los derechos de los artistas sobre su propio trabajo.
Ahora, seis años después, el panorama podría cambiar radicalmente. Shamrock Capital, la firma de inversión que compró los másteres a Braun en 2020, estaría dispuesta a venderlos nuevamente. Lo más sorprendente es que el propio Braun estaría impulsando esta posible transacción, a pesar de haber sido el centro de la controversia en su momento.
De concretarse el acuerdo, Swift podría recuperar los derechos de sus grabaciones originales por una cifra que oscilaría entre los 600 millones y los mil millones de dólares. Este movimiento no solo reforzaría su posición como una de las figuras más poderosas de la industria, sino que también le permitiría maximizar sus ingresos por royalties.
Por ahora, las negociaciones siguen en curso, y el desenlace podría conocerse en los próximos meses. Lo que está claro es que Taylor Swift continúa redefiniendo las reglas del juego, no solo con su música, sino también con su firme defensa de los derechos de los artistas.