El Pentágono informó que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aceptó un Boeing 747 regalado por Qatar para que el presidente Donald Trump lo use como Air Force One.
La aeronave está valorada en unos 400 millones de dólares.
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, comunicó que el aparato fue incorporado a su flota “en línea con todas las leyes y regulaciones federales”. Y además, agregó: «El Departamento de Defensa trabajará para garantizar que se consideren las medidas de seguridad adecuadas y los requisitos de la misión funcional para una aeronave utilizada para transportar al presidente de Estados Unidos».
La donación del avión por parte de una potencia extranjera generó serias preocupaciones en torno a la Constitución, la ética y la seguridad nacional. Un dirigente demócrata de la oposición calificó el obsequio como un acto de “corrupción absoluta”. La Constitución de Estados Unidos impide que los funcionarios acepten regalos de monarcas, príncipes o gobiernos extranjeros. No obstante, el presidente Donald Trump no vio inconveniente alguno en aceptarlo y, de hecho, afirmó que rechazarlo sería una “estupidez”