Arsenal le ganó por 1-0 a Newcastle, certificó matemáticamente su segundo puesto en la Premier League 2024/2025 y su presencia en la próxima edición de la Champions League 2025/2026.
Rice, uno de los mejores jugadores del curso en la Premier, selló la victoria con uno de sus disparos lejanos y terminó con la racha de cinco partidos oficiales sin ganar. Arsenal no dejó deberes pendientes para la última jornada.
Sin especular lo más mínimo y en beneficio del espectáculo, Arsenal y Newcastle, en el duelo por el segundo puesto (también estaba en juego la clasificación matemática para la próxima edición de la Champions), ofrecieron un encuentro digno de dos de los mejores equipos de la competición.
Tanto los hombres de Mikel Arteta como los de Eddie Howe apostaron por un fútbol de ataque, de ida y vuelta, eléctrico y vertical. Vistoso para cualquier amante del fútbol, que se relamió ante una pelea sin freno a la que no pudieron acudir dos figuras de cada equipo: Mikel Merino, por sanción en el Arsenal, y Alexander Isak, lesionado de última hora en la ingle para el Newcastle.
Aún así había un gran ramillete de jugadorazos que salieron con todo a por el rival. Desde el pitido inicial. Sin ningún tipo de especulación y con un actor protagonista que acaparó todos los focos durante los 45 minutos iniciales: David Raya.
El arquero de Arsenal se sacó de la galera una buena colección de paradas que secó los intentos de Newcastle y que mantuvieron a su equipo en el partido. Se estrenó con un tiro al cuerpo de Livramento, el más fácil de toda la serie. Y después fue un dolor de cabeza para las ‘Urracas’.
Lo sufrieron Barnes, Burn y Botmam con tres intervenciones impresionantes.El primero, con un disparo aparentemente sencillo pero que desvió Partey y que obligó a Raya a reaccionar con una mano complicadísima; y los otros dos, en una doble ocasión a la salida de un córner: cabezazo de Burn que desvió el meta español con una manopla espectacular y rechace de Botman que Raya volvió a repeler, esta vez, con el pie.
Durante el primer tiempo, Arsenal, dominó más, pero generó menos y se fue al descanso sin goles gracias a la acción de su arquero.
Y a los diez minutos tras la reanudación, apareció Rice para desatascar el choque. Todo ocurrió rápido: robo de Saka, entrega rápida a Odegaard, centro al borde del área del noruego, y remate del fino centrocampista desde la frontal, con rosca y ajustado al palo derecho del arco de Pope. Resultado: golazo del hombre que se cargó al Real Madrid en la Champions.
Arsenal, durante media hora, controló el choque y solo un remate al final de Willock pudo silenciar al público del Emirates Stadium. No hubo más sobresaltos y las paradas de Raya, más el acierto de Rice, bastaron al equipo de Arteta para certificar de forma matemática la segunda plaza y su presencia en la Champions League.(D)
MB