Protagonista de una eliminatoria apasionante, en la que se llevó el gato al agua de forma agónica contra el FC Barcelona, el Inter de Milán tendrá el gran honor de jugar la final de la Champions. Pese a que estuvo al borde del abismo por la remontada blaugrana, la cuestión es que tiraría de personalidad, orgullo y oficio para acabar llevándose el gato al agua en la prórroga. Todo ello en un cruce trepidante -en ambos partidos-.
Protagonista de una eliminatoria apasionante, en la que se llevó el gato al agua de forma agónica contra el FC Barcelona, el Inter de Milán tendrá el gran honor de jugar la final de la Champions. Pese a que estuvo al borde del abismo por la remontada blaugrana, la cuestión es que tiraría de personalidad, orgullo y oficio para acabar llevándose el gato al agua en la prórroga. Todo ello en un cruce trepidante -en ambos partidos-.
Así las cosas, el flamante campeón transalpino se cruzará con el Paris Saint-Germain en la batalla por el título, un duelo que tendrá lugar el sábado 31 de mayo en Múnich -el campo del Bayern-. De todos modos, los pupilos encabezados por Simone Inzaghi tampoco perdían ritmo en un Scudettopor el que están peleando de tú a tú con el Nápoles. En esta ocasión, se habían desplazado hasta el feudo del Torino.
Por tanto, los espectadores estaban preparados para disfrutar de un bonito espectáculo en el Estadio Olímpico de Turín. Como es lógico, los locales intentarían aprovechar el desgaste físico y mental que podía acusar su adversario por el envite europeo ante los culés. Además, el equipo piamontés disfrutaría del apoyo de su afición. Nicola Zalewski abriría la lata con una diana de muy bella factura, mientras que Kristjan Asllani no fallaría desde el punto fatídico para mantener al Inter en la pelea por el trono de la Serie A.(D)
MB
