El uso de mascarillas volvió a ser obligatorio en el Complejo Judicial Florida Norte, en Guayaquil, como medida preventiva ante el incremento de casos de tosferina en la provincia del Guayas. La disposición ha generado reacciones diversas entre usuarios y abogados que acuden a las diligencias judiciales.
Desde el lunes, comerciantes apostados en los exteriores del complejo han adaptado su oferta al nuevo contexto, voceando mascarillas junto a productos tradicionales como alimentos, bebidas o servicios de copiado. “¡Lleve, lleve mascarilla!”, se escucha decir a los vendedores sobre la acera, mientras que en la puerta principal, personal de seguridad exige su uso para ingresar.
Un comunicado oficial pegado en el ingreso advierte sobre la medida, que responde al repunte de contagios de tosferina: 321 casos confirmados a escala nacional, de los cuales 114 se concentran en los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón.
Al interior del edificio, el ambiente es sofocante debido a la inoperancia del sistema de aire acondicionado en algunas áreas. Usuarios y funcionarios judiciales relatan que el uso del cubrebocas se vuelve incómodo bajo estas condiciones. “Con el calor más se ahoga con esta mascarilla”, comentó el abogado Manuel Dávila, quien no portaba una durante su trámite, aunque aseguró no presentar síntomas respiratorios.
Otros, como el abogado Juan Carlos Varas, consideraron necesaria la medida sanitaria. “Es positivo que se tomen controles en la puerta para evitar contagios”, dijo, aunque sugirió extender la vigilancia a toda la sede.
En general, la aplicación de esta norma ha reactivado prácticas propias de la época de la pandemia de COVID-19, aunque ahora ante un nuevo brote epidémico que pone en alerta a las autoridades sanitarias y judiciales.
KG
