La muerte de ocho niños en el cantón Taisha, en la provincia de Morona Santiago, aumentó la preocupación de las autoridades, que aún no pudieron establecer las causas de estos decesos.
Estos fallecimientos coincidieron con la aparición de casos de fiebre amarilla en la Amazonía, que ya dejaron dos víctimas mortales y varios pacientes bajo vigilancia epidemiológica.
En entrevista con Primicias, la exministra de Salud Ximena Garzón sostuvo que ya se podía considerar que el país atravesaba “un brote epidémico” de fiebre amarilla, enfermedad que se creía erradicada desde 2017. La exfuncionaria advirtió que la situación podría haber empeorado si el Ministerio de Salud no hubiera implementado “una intervención epidemiológica”.
¿Se podía hablar de un brote de fiebre amarilla?
“Sí, hubo un brote. En Ecuador no se habían registrado casos desde 2017; pasamos ocho años sin ninguno. Que aparezca un solo caso ya lo convierte en un brote epidémico”, explicó Garzón.
¿A qué atribuyó Ximena Garzón la reaparición de estos casos?
“La reemergencia se debió, en primer lugar, al cambio climático: más lluvias, temperaturas más altas y mayor propagación de los mosquitos vectores de la fiebre amarilla”, señaló la exministra.
KG