El Gobierno y el FMI mantuvieron las proyecciones de crecimiento para la economía argentina este año, en el 5,5%, mientras el mercado comenzó a reajustar sus estimaciones a la baja por un impacto inicial esperado por la puesta en marcha de la nueva fase del plan económico.
En el equipo económico se espera un efecto concreto de grandes inversiones que puedan concretarse en el marco del RIGI y los analistas privados contraponen que habría una primera secuela en el nivel de actividad, que interrumpirá la tendencia de varios meses de recuperación sostenida, aunque esperan que desde el tercer trimestre podría volver a ser retomado.
Febrero, la última foto de la marcha de la actividad económica previo al respingo inflacionario de marzo y a la volatilidad cambiaria que precedió al acuerdo con el Fondo Monetario, mostró una marcada mejora de 0,8% mensual. Pero por las razones recién mencionadas, el tercer mes del año podría haber frenado.
“Este marzo tuvo menos días hábiles que el del año pasado. Entonces te quedan menos días para hacer más cosas, lo mismo comparado a febrero, también tuviste un mes difícil con la aceleración de la inflación, y con incertidumbre cambiaria, que eso siempre te pega”, dijo Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra.
“La pregunta la vamos a ver en abril con el nuevo esquema cambiario. La inflación, si bien veíamos un poquito por debajo de marzo pero arriba de 3%, y los salarios van a perder significativamente contra la inflación los próximos dos meses, por lo que el poder adquisitivo se puede resentir, y también ha habido una fuerte suba de la tasa de interés. No la del Banco Central, pero sí la de referencia para la economía, las Letras del Tesoro, todo el sistema bancario, el plazo fijo, las tasas de préstamos”, concluyó.
Con salarios reales más bajos y tasa de interés más alta, parece inevitable anticipar un impacto estanflacionario (Equilibra)
Un informe Equilibra lo resumió: “Con salarios reales más bajos y tasa de interés más alta, parece inevitable anticipar un impacto ‘estanflacionario’ -más inflación y menos actividad- en los próximos meses. De aquí deriva otro riesgo: que el deterioro de los ingresos y de la actividad erosionen el apoyo social al gobierno, que es clave para que el programa con el Fondo funcione. En un mundo en plena guerra comercial, en el que reina la incertidumbre, los activos argentinos -que son particularmente volátiles- pueden tener menos demanda, aun cuando el programa económico genere expectativas positivas en la comunidad financiera internacional”.
Fuente: Infobae