El presidente Daniel Noboa fue uno de los mandatarios que asistieron a la misa exequial del papa Francisco en la Santa Sede, donde más de 60 líderes y 150 delegaciones se reunieron para despedir al sumo pontífice, fallecido recientemente a causa de un ictus y otras complicaciones de salud.
Al llegar al Vaticano, Noboa rindió tributo al cuerpo del papa en la basílica de San Pedro, inclinando la cabeza ante el féretro cerrado, como mostraron imágenes difundidas por la Presidencia. Otros jefes de Estado también ofrecieron sus respetos.
Durante la ceremonia, Noboa estuvo ubicado en la primera fila, junto a la reina Letizia y cerca del expresidente estadounidense Donald Trump. El protocolo de ubicación de los dignatarios se organizó siguiendo el orden alfabético en francés.
KG