Justin Bieber no está pasando un buen momento. Al menos mediáticamente. El canadiense vuelve a ser noticia y, por desgracia para los beliebers, no es por lanzar nueva música. Sino por sus extraños comportamientos: lo hemos visto fumar cierta hierba en sus vídeos de Instagram; tener extraños comportamientos en el Coachella y mostrarse desorientado delante de los paparazzi.
El cantante de 31 años vuelve a estar más cercano a aquella imagen de 2017 que tenían los medios de él, la de un joven perdido en la vida; que a la que ha proyectado en los últimos años, la de un joven padre de familia felizmente casado con su mujer Hailey Baldwin.
Pero, ¿qué le hizo cambiar el rumbo en 2017 y superar aquellos episodios de depresión y ansiedad? ¿Qué es lo que le ayudó a salir del pozo? Pues nada más y nada menos que la fe. Y es que Justin, como Macarena García en la película de los Javis, sintió la llamada.
2017: el año que lo cambió todo
Justin Bieber no tuvo un buen año en 2017. La estrella mundial, que en ese momento tenía 23 años, se enfrentaba a un episodio de depresión y ansiedad que lo llevó a cancelar su gira Purpose World Tour. Una decisión acertada. Y es que el artista necesitaba centrarse en sí mismo y en su recuperación. Cabe recordar que llevaba desde los 14 años en el foco mediático, creciendo delante de las cámaras y sin ningún tipo de control sobre su vida.
La sanación, en parte, llegó de la mano de la fe en Dios. De un sentimiento que se fue haciendo cada vez más grande cuando conoció a Carl Lentz. Un pastor de la Iglesia Evangélica de Hillsong que poco tenía que ver con lo que él conocía. Era joven, estaba lleno de tatuajes y no tardó en convertirse en uno de los amigos más íntimos del cantante.
Sus misas y su forma de transmitir la fe hicieron que Justin se centrase, sobre todo, en este aspecto de su vida. Una nueva rutina para un nuevo Justin. Una manera de alejarse de su frenética vida anterior.
Durante esa época en la Iglesia de Hillsong (donde no todo era tan maravilloso debido a que algunos de sus anteriores feligreses habían criticado el trato que tenían contra la homosexualidad y otras corrientes más liberales), Justin se mostraba más cercano con sus fans y hablaba de lo mucho que le había cambiado acercarse al Señor.
Fue durante aquellos años en los que Justin empezó a lanzar música cristiana. El tema Holy, junto a Chance The Rapper, se convirtió en todo un hit del pop. Y muchos no saben que es un tema cien por cien cristiano, donde Bieber relata su acercamiento a Dios. Su experiencia saliendo de los infiernos y centrándose en el amor.
2021, cambio de Iglesia por los escándalos
Pero, como dice la Biblia, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pues la Iglesia de Hillsong no tiró una, sino toda una avalancha. En 2021, quien había sido el profeta de Justin en esta nueva vida espiritual, Carl Lentz, fue acusado de adulterio y expulsado de la institución. También empezaron a salir casos de abusos y homofobia en la institución. Esto hizo que Justin decidiese cambiar de Iglesia y desvincularse por completo de ellos. Justin, habló sin mencionar a Carl, sobre este caso en una entrevista para GQ: “Pienso que muchos pastores se ponen sobre un pedestal y sin embargo, la realidad es que cada ser humano tiene el mismo tipo de acceso con Dios”.
La fe se quedaba, por supuesto, pero ahora sería de la mano de la Iglesia de Churchome en Los Ángeles. Una institución que es conocida entre las celebridades por ser “más moderna” que la de Hillsong.
Pero fue la fe por Dios, la que en esos momentos, tal y como recordaría Bieber, le sacarían de los problemas.“Gracias Jesús por mi vida. ¡Gracias por tu perdón. Si luchas con tu pasado, dáselo a Jesús! Él no está enojado contigo, ¡quiere lo mejor para ti!”, escribía el cantante en una publicación de Instagram en 2020.
En 2021, en una entrevista para GQ, Justin se sinceraba y volvía a mostrar arrepentimiento sobre todos aquellos comportamientos que se alejaban de ser un ejemplo a seguir y de no ayudar al prójimo. Justin hablaba así de lo que le ayudó Dios cuando tocó fondo: “Cada vez que nos equivocamos, él nos levanta. Así es como lo veo. Entonces es así, si cometo un error no viviré con eso, no me sentaré ante la vergüenza, pero realmente me provoca tratar de hacerlo mejor”.
Además, en la misma entrevista, el artista confesaba que escuchaba a Dios: “Solo sigo confiando en lo que Él dice y lo que me intenta decir. Y solo pienso que él me habla. Son como empujones: ‘¡No hagas esto’ o ‘establece estos límites’”.
2025: la preocupación de los fans y la palabra de Dios
Ahora, cuando todo el foco mediático está puesto en Justin Bieber por sus comportamientos en las últimas apariciones, él ha vuelto a responder con la palabra de Dios. Lo ha hecho a través de un post que ha colgado en Instagram. «Ellos mancharon el nombre de Jesús y él era perfecto, así que a la mierda”, escribió el cantante.
Un día después, siguiendo estos mensajes, Justin publicaba un nuevo post. Otro relacionado con la religión:
«No solo vale con ir a misa o leer la Biblia. Ni con recibir el perdón de Dios. El mensaje es recibir perdón. Jesús perdona a quien la cultura nunca perdona. Ellos me han tratado como una mierda aquí, pero sé que tengo defectos y que Dios me perdonó. Eso me ayuda a dejar de sentirme mejor que otras personas que han sido malas e hirientes. Porque cuando soy realmente honesto puedo ser malvado. Mi instinto me dice que no sea cotilla ni difunda mentiras sobre alguien en internet. Pero hay otra mierda de la que no estoy orgulloso con las que Dios tiene misericordia»
Y es que Justin, cuando ha estado perdido, ha acudido a la Fe y a su amor por Dios. Ahora, cuando vuelve a estar en el foco mediático, él solo le da explicaciones a Dios. Y hace gala de ese mensaje de «Solo Dios puede juzgarme».
Fuente: Los40