Liverpool visitó a Leicester por la fecha 33 de la Premier League, ganó 1-0 con gol de Alexander-Arnold para acercar aún más al título al equipo de Arne Slot y sentenció el destino de los Foxes, que descendieron.
Los Reds comenzaron el partido sabiendo que el título ya no era una posibilidad en terreno de los Foxes.
Arsenal goleó a Ipswich en primer turno y eso complicó las matemáticas del equipo de Slot para levantar el título fuera de casa.
Aún así, debía ganar para empezar a saborear un trofeo que seguramente conseguirá en la jornada 34 ante Tottenham y en Anfield.
Con este panorama en mente, Liverpool hizo todo lo posible para ganarle a Leicester, pero tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para marcar la única diferencia.
Después de varios intentos con un Hermansen que fue figura tapando varias pelotas, finalmente fue Trent Alexander-Arnold el que rompió la paridad ingresando desde el banco.
El lateral inglés, cuestionado en las últimas semanas por ser el único que todavía no renovó contrato y con vistas a irse a final de temporada, volvió a ser parte del equipo tras una lesión que sufrió en Champions y fue clave.
A los 75, Alexander-Arnold marcó de volea tras un córner que tuvo dos tiros en el palo anteriores y la mandó a guardar para desatar la locura de la parcialidad visitante en cancha de Leicester.
El defensor no se guardó nada y también se desahogó: se sacó su camiseta y fue directo hacia la tribuna de Liverpool para celebrar en conjunto.
Con el 1-0, Liverpool administró la ventaja y pudo aguantar la diferencia para festejar un triunfo clave.
Mientras los Reds celebraban, del otro lado la tristeza invadió todo el Kings Stadium, con una hinchada de Leicester que presenció un nuevo descenso de su equipo, ya sin chances de pelear con 5 fechas restantes.
La victoria en cancha de Leicester dejó a Liverpool con 13 puntos de ventaja sobre Arsenal y, con 15 por disputarse, una victoria en Anfield sobre Tottenham será suficiente para ponerle punto final a esta Premier League.
Fuente: ESPN
MM
