De acuerdo al informe realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), más de 113.000 personas, incluidos 44.000 niños y adolescentes, enfrentan una emergencia humanitaria sin precedentes en Ecuador tras el derrame de más de 25.000 barriles de petróleo en Esmeraldas.
La ruptura del oleoducto SOTE, el pasado 13 de marzo de 2025, desencadenó una catástrofe ecológica que ya afecta a 15 parroquias y amenaza la salud, los medios de vida y la seguridad alimentaria de miles de familias.
El crudo contaminó varios ríos hasta desembocar en el Océano Pacífico, dejando a comunidades costeras sin agua potable ni alimentos seguros.
De acuerdo al informe, tres sistemas de agua potable están parcialmente restaurados, uno permanece suspendido y más de 3.500 personas han recibido atención médica por enfermedades relacionadas con la exposición al petróleo, incluyendo dermatitis, infecciones respiratorias y afectaciones psicológicas.
Las mujeres embarazadas, niños menores de cinco años y adultos mayores presentan mayor riesgo por la falta de agua segura y alimentos.
El Ministerio de Salud reportó un aumento de enfermedades transmitidas por agua y vectores, como el dengue, que ya registra 752 casos en la provincia.
Más afectaciones
Una misión internacional liderada por la ONU, Unicef y otras agencias evaluó las necesidades urgentes: agua, salud, seguridad alimentaria, protección infantil y apoyo psicosocial.
La emergencia ambiental también destruyó más de 61 hectáreas de tierras agrícolas y dejó nueve playas contaminadas, afectando a más de 4.500 pescadores y agricultores.

La pérdida de fuentes de proteína como el pescado compromete la nutrición de la población, especialmente de niños y mujeres embarazadas.
El derrame petrolero golpea a una provincia que ya sufre por pobreza estructural, violencia armada e intensas lluvias.
De acuerdo a Unicef, en Rioverde, el 91% de la población vive en condiciones de pobreza. Más del 30% de los encuestados reportaron haber huido de sus hogares por la contaminación.
Unicef ha lanzado una campaña internacional para movilizar ayuda urgente a favor de las niñas y niños de Esmeraldas.
La organización advierte que esta es una de las crisis ambientales más graves del país en los últimos años y requiere una respuesta rápida y coordinada.
Radio Pichincha