La tos es uno de los síntomas más comunes de la gripe o el resfriado y, cuando la enfermedad acaba, esta desaparece con ella. Sin embargo, en algunos casos, esta puede ser persistente durante más de ocho semanas y convertirse en tos crónica. Esta condición afecta a millones de personas en todo el mundo y puede ser un indicio de diversas afecciones respiratorias, desde enfermedades leves hasta trastornos más serios.
El cuerpo utiliza la tos como un reflejo natural para despejar las vías respiratorias de irritantes como polvo, moco o partículas extrañas. No obstante, cuando la tos persiste por más de ocho semanas, se considera crónica. Este tipo de tos puede ser seca o productiva (con flema) y puede presentarse en cualquier momento del día, afectando significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.
Según la Clínica Mayo, las causas de la tos crónica son diversas y abarcan una amplia gama de condiciones. Una de las principales causas es el reflujo gastroesofágico (ERGE), en el que el ácido del estómago regresa hacia el esófago, lo que puede irritar la garganta y desencadenar tos. Esta enfermedad suele ir acompañada de otros síntomas como acidez estomacal y sensación de ardor en el pecho.
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