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El grupo disidente Comuneros del Sur, una facción del ELN, entregó más de 500 artefactos explosivos luego de firmar acuerdos con el Gobierno colombiano

En Pasto, al sur de Colombia, a 85 kilómetros del puente internacional de Rumichaca que conecta con la provincia de Carchi en Ecuador, se abrió una nueva oportunidad para el proceso de paz impulsado por el país vecino. Los Comuneros del Sur, una facción disidente del Ejército de Liberación Nacional (ELN), entregaron al ejército 585 artefactos explosivos para su destrucción.

Este acto tuvo lugar el sábado 5 de abril, con la presencia del presidente de Colombia, Gustavo Petro. En el evento, Roger Garzón, representante de los Comuneros del Sur, expresó su compromiso con alcanzar una paz territorial. “La lucha armada está caduca”, afirmó Garzón durante la firma de acuerdos entre el grupo y el Gobierno, los cuales abordan temas como el apoyo a las víctimas, la memoria histórica, la fiscalización de la minería ilegal y la sustitución de 5.000 hectáreas de cultivos ilícitos.

El presidente Petro subrayó que “este acuerdo de paz pasa por la transformación del territorio”. Los Comuneros se han comprometido a entregar el resto de su material bélico en los próximos tres meses.

El mandatario también criticó al ELN, la última guerrilla activa en Colombia, con la que se suspendieron las conversaciones a principios de año. «Comuneros tiene la oportunidad de reivindicar al padre Camilo Torres, una figura emblemática del grupo, y a la vieja guardia del ELN, que soñaba con una revolución. Los de la nueva generación son, en su mayoría, involucrados en el narcotráfico», señaló Petro, destacando que en los Comuneros del Sur prevalece una visión de cambio y transformación más que en el ELN.

El acuerdo de paz con los Comuneros del Sur ha implicado una inversión de 12 millones de dólares, destinados a financiar 109 equipos médicos, cuatro centros de salud y seis ambulancias. El proceso de paz abarca diez municipios de Nariño, donde el grupo tiene presencia, incluyendo zonas fronterizas con Ecuador como El Chical, Maldonado, El Carmelo y Tobar Donoso en Carchi.

Los tres principales objetivos del acuerdo son reducir la violencia, implementar transformaciones territoriales y facilitar la transición de los miembros del grupo hacia la ciudadanía plena, convirtiéndolo en un movimiento social y político. En esta primera entrega de armas, se ordenó destruir minas antipersonas, morteros, cilindros bomba y granadas utilizadas por esta estructura de aproximadamente 100 miembros en la región de Abades, en el litoral pacífico.

El acuerdo también contempla un proceso de desminado humanitario en tres zonas periféricas del municipio de Samaniego, con la capacitación de doce miembros de la comunidad y la formación de tres equipos para tareas de desminado. La Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario del Ejército continuará realizando actividades en otras áreas, impartiendo talleres de educación sobre los riesgos de las minas.

El frente Comuneros del Sur se formó en 1992, siendo la primera estructura del ELN en el departamento fronterizo de Nariño. En marzo de 2024, se desvinculó del ELN con la intención de avanzar en un proceso de paz territorial y, dos meses después, participó en una mesa de diálogo con el objetivo de convertirse en un movimiento social y político sin armas.

Aunque el 20 de mayo, el Consejero Comisionado de Paz declaró que Comuneros del Sur cumplía los requisitos para ser considerado un grupo armado organizado, algunos líderes sociales han denunciado que miembros de este grupo han apoyado a las Autodefensas Unidas de Nariño, un grupo paramilitar involucrado en actividades ilegales en áreas de su influencia.

El conflicto armado en Nariño ha causado más de 4.000 desapariciones y 44.500 muertes en los últimos 35 años, con más de 1.200 asesinatos anuales, según Óscar Iván Ordóñez, coordinador de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).

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