En 2021, tras un litigio por la patria potestad de la hija en común del presidente Daniel Noboa y su exesposa, Gabriela Goldbaum, ambas partes acordaron que solo los padres podían compartir fotos de la niña en sus redes sociales privadas, nunca en redes públicas. Además, las imágenes no podían ser publicadas por terceros.
A pesar de esta resolución judicial, tanto el presidente como su esposa, Lavinia Valbonesi, han violado este acuerdo en varias ocasiones.
Última exposición pública de la niña en un acto proselitista
La más reciente exposición pública de la niña ocurrió el miércoles 2 de abril de 2025, en la parroquia Pintag, en el cantón Quito, en un acto proselitista. Durante este evento, Lavinia Valbonesi apareció acompañada de la hija de Daniel Noboa, de cinco años, tomada de la mano. La menor fue fotografiada abrazando una caja mientras Valbonesi, con micrófono en mano y vestida con un calentador crema y zapatillas deportivas, se dirigía al público.
En su intervención, Valbonesi comentó:
“Ella es mi Lulú, la primera hija de Daniel, que no nació de mí, pero la quiero mucho como si fuera mía.”
Reacción de Gabriela Goldbaum ante la exposición pública de su hija
Gabriela Goldbaum, madre de la niña, expresó su indignación y dolor al ver a su hija expuesta públicamente en una campaña política, lo cual considera una grave violación de sus derechos como madre.
“Déjenme ser madre antes de que me obliguen a ser testigo”, declaró Goldbaum, visibilizando la injusticia que siente al ser silenciada mientras su hija es utilizada en actos proselitistas.
Con este mensaje denunció que la niña está siendo utilizada en eventos que no corresponden a su desarrollo y bienestar.
Falta de respuesta judicial y parcialidad de los jueces
La abogada de Gabriela Goldbaum, Mónica Luzárraga, denunció que se han presentado múltiples escritos ante la justicia por el incumplimiento de diversas sentencias y resoluciones judiciales, pero ninguno ha recibido respuesta desde enero de 2025.
Goldbaum también señaló irregularidades y falta de imparcialidad en el proceso, pues mientras sus solicitudes han sido ignoradas, el juez ha resuelto con celeridad los pedidos del padre de su hija.
Ante esta situación, la exesposa de Noboa solicitó a la Asamblea Nacional que fiscalice la actuación del juez a cargo de su caso, exigiendo que se establezca un horario diario para comunicarse con su hija cuando esté bajo la custodia de su padre y que se haga cumplir la orden judicial que prohíbe la exposición pública de la menor en redes sociales.
Violación del Código de la Niñez y Adolescencia
Este incidente no es el único incumplimiento señalado por Goldbaum. El Código de la Niñez y Adolescencia, en su artículo 52, numeral 2, prohíbe la utilización de niños, niñas y adolescentes en actividades de proselitismo político o religioso, lo que estaría siendo violado en este caso.
Goldbaum recordó que el artículo 253 del mismo código establece sanciones para quienes violen esta normativa.
“¿Por qué una niña puede ser instrumentalizada mediáticamente solo porque está al lado del poder? ¿Y por qué mi hija, que sí tiene madre, no puede siquiera hablar conmigo?”, cuestionó Goldbaum, denunciando que la niña está siendo tratada como un símbolo político, despojándola de su identidad y derechos.
“Esto es explotación emocional con fines políticos. Mi hija no es un símbolo. Es una niña. Y lo que más necesita no es una tarima, es a SU MADRE”, concluyó Goldbaum, enfatizando su rechazo a un sistema que utiliza a los hijos de otros para limpiar la imagen de los poderosos mientras calla a las verdaderas madres.
Aparición pública tras denuncia de violencia vicaria
Estas declaraciones surgen después de que Gabriela Goldbaum denunciara públicamente que no se le permite ver ni hablar con su hija y señaló a su exesposo Daniel Noboa y a su cónyuge Lavinia Valbonesi.
Además, se filtraron conversaciones entre Goldbaum y Valbonesi, en las que la esposa de Noboa justificaba la falta de comunicación con la menor, alegando que la niña no la extrañaba ni pedía hablar con ella, y que las actividades proselitistas de la familia no dejaban tiempo para ello.
