Presión política fuerza a Netanyahu a retirar la candidatura de Eli Sharvit como jefe del Shin Bet

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, retiró el lunes en la noche su propuesta para que Eli Sharvit dirigiera el servicio de inteligencia interior (Shin Bet), después de que su nombramiento desatara críticas entre la coalición de Gobierno e incluso de un senador estadounidense.

Más temprano, ese mismo lunes, Netanyahu había designado a Eli Sharvit, un antiguo comandante de la Marina israelí, para sustituir a Ronen Bar, que sigue en el cargo a la espera de una decisión del Tribunal Supremo sobre las impugnaciones legales a su despido.

La Justicia prevé examinar la medida el 8 de abril, pero dictaminó que, mientras tanto, Netanyahu podía entrevistar a candidatos para sustituirle.

Ante el llamado de Netanyahu, Sharvit afirmó: «El primer ministro me pidió que asumiera el cargo de jefe del servicio y que siguiera sirviendo al Estado de Israel en estos momentos difíciles y así lo hice», cita el comunicado inicial del gobierno de Israel.

«Servir al bien del Estado, a su seguridad y a la de sus ciudadanos estará siempre por encima de todo», concluyó.

Sin embargo, una vez se hizo pública esta información, se revivieron momentos del pasado de Eli Sharvit que incomodaron al circulo cercano del primer ministro de Israel. Shirvit participó en las protestas multitudinarias de 2023 contra la reforma judicial, por lo que tanto miembros del partido del primer ministro, el Likud, como algunos de sus socios de coalición, criticaron que Netanyahu lo propusiera para remplazar a Bar.

«Si se manifiesta, no será jefe del Shin Bet. Dejarlo que siga protestando», dijo el parlamentario del Likud Nissim Vaturi en declaraciones al canal del Parlamento; y Tally Gotliv, también del partido del mandatario, aseguró que Shirvit «no es adecuado» para el rol.

Los medios israelíes también recordaron que Sharvit, quien sirvió en el ejército durante 36 años, había apoyado un acuerdo de agua de 2022 con el Líbano, al que Netanyahu se había opuesto.

Además, el exjefe naval escribió un artículo de opinión criticando las políticas del presidente estadounidense Donald Trump sobre el cambio climático, por lo que el senador Lindsey Graham, fiel aliado de Trump, se sumó a las críticas por su nombramiento en una publicación en X.

«Si bien es innegable que Estados Unidos no tiene mejor amigo que Israel, el nombramiento de Eli Sharvit como nuevo líder del Shin Bet es sumamente problemático», escribió Graham el lunes.

Por lo que, este martes, a través de un comunicado de la Oficina de Netanyahu, «el primer ministro agradeció al general de división Sharvit por su disposición para ser llamado al deber, pero le informó que, tras pensarlo detenidamente, pretende valorar otros candidatos»

El perfil de Sharvit, propuesto después de la polémica destitución de Ronen Bar al cargo del Shin Bet, resultó divisivo entre el Gobierno.

«Reemplazar a una persona con una visión kaplanista (término que alude a los manifestantes antigubernamentales, que se reúnen en la calle Kaplan de Tel Aviv) del mundo por otra similar no resuelve el problema, sólo lo perpetúa en otro marco», escribió en redes sociales el ministro de Patrimonio de Israel, Amichay Elyahu.

«Si queremos fortalecer el sistema democrático tenemos que asegurarnos de que quienes dirigen organizaciones estratégicas como el Shin Bet respetan la voluntad del pueblo expresada en procesos democráticos», reiteró.

Refiriéndose a respetar «la voluntad del pueblo», Elyahu defendió que el nombramiento o la destitución del jefe del Shin Bet recae enteramente en el Ejecutivo, a raíz de que el Tribunal Supremo paralizara el despido del director saliente, Ronen Bar, para evaluar las apelaciones contra este.

Recordando la fecha límite del 8 de abril, la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara, exhortó a Netanyahu a no nombrar a otra persona hasta que el Supremo valorara las apelaciones.

La fiscal ya habría reprochado al primer ministro el despido de Bar asegurando que se producía en el marco de un «conflicto de intereses», dado que el Shin Bet está investigando el escándalo ‘Qatargate’, que salpica a asesores de Netanyahu.

Numerosas manifestaciones en las últimas semanas se han dado en Israel, especialmente en Tel Aviv y Jerusalén, que se suman a este choque del Gobierno con la Justicia.

 

Tomado de France 24

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