En Ecuador, cada persona utiliza en promedio 620 litros de agua al día, un consumo que excede ampliamente los 100 litros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, cerca del 30 % de la población no tiene acceso a agua potable, según el informe reciente de Ayuda en Acción. En las áreas rurales, el panorama es más crítico, ya que el 60 % de los habitantes depende de agua contaminada, lo que pone en peligro su salud y bienestar.
A esto se suma que el 73,7 % de las aguas residuales del país no son tratadas y terminan vertidas directamente en ríos y quebradas, impactando negativamente la salud pública y el medio ambiente. Estas condiciones son reflejo de problemas como la falta de infraestructura adecuada, la contaminación y un uso poco eficiente de los recursos hídricos, explicó Ayuda en Acción durante el Día Mundial del Agua el pasado 22 de marzo.
La infancia es una de las poblaciones más afectadas: el 36,7 % de los menores de cinco años consume agua contaminada con E. coli y el 69 % de las escuelas públicas no cuenta con servicios básicos de agua, higiene y saneamiento. Esta carencia contribuye significativamente a la desnutrición crónica infantil, que afecta al 19,3 % de los niños menores de dos años, es decir, a uno de cada cinco.
KG