Había «signos de agonía» en el corazón, afirmó Mauricio Cassinelli, médico legista que examinó el cuerpo en la casa donde murió Diego Armando Maradona. Casinelli,señaló que la agonía podría haber comenzado «por lo menos 12 horas» antes de la muerte del ’10’, que la autopsia fijó entre las 07:00 y 10:00 (hora de Ecuador) del 25 de noviembre de 2020.
Maradona venía acumulando agua en sus pulmones desde hacía «al menos 10 días» antes de su fallecimiento a causa de una «insuficiencia cardíaca» y una «cirrosis hepática», según Casinelli, que consideró que los enfermeros y médicos deberían haber advertido los síntomas.
El corazón «pesaba casi el doble de lo que pesa uno normal para una persona adulta» y el tamaño se debió, entre otros factores, a una «miocardía dilatada», apuntó el médico. En la autopsia tampoco se detectó «ni alcohol ni tóxicos» en el cuerpo.
El cerebro pesaba más de lo normal así como los pulmones, que estaban «llenos de agua», indicó Casinelli. La causa de muerte fue «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca congestiva reagudizada», apuntó el médico.