Este jueves 27 de marzo de 2025 se cumplen dos semanas del desastre ambiental en Esmeraldas. 14 días después, el presidente-candidato, Daniel Noboa, sigue ausente en esta provincia de la Costa ecuatoriana.
El 13 de marzo, un deslizamiento de tierra rompió la tubería del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), en el kilómetro 438+200, ocasionando un derrame de petróleo sin precedentes.
La fuga de crudo contaminó tres ríos: Caple, Viche y Esmeraldas, que llegaron al océano Pacífico. Esto ha generado afectaciones a la salud de los habitantes de los recintos cercanos a estos ríos, matando cultivos, animales, especies endémicas y obligando el cierre de las playas de los cantones Esmeraldas y Río Verde.

Y la ausencia de Noboa Azin en territorio ha generado la crítica de los alcaldes de los cantones más contaminados, como el de Quinindé, Ronal Moreno, y Vicko Villacís, de Esmeraldas.
“¿Si es la catástrofe que tiene el país y no llega el primer personero (presidente)? Estamos tratando de planificar nosotros mismo para ver cómo salimos de esto”, dijo Villacís, a Radio Pichincha, el 19 de marzo.
El 15 de marzo, el presidente-candidato- que está en plena campaña electoral- escribió un tuit, disponiendo a la titular de Energía, Inés Manzano, convocar al Comité de Operaciones de Emergencia (COE), esa noche. Habían pasado ya 48 horas del derrame de crudo.
Luego, el 22 de marzo, un día antes del debate presidencial y del inicio de la campaña, Daniel Noboa firmó un decreto disponiendo a Petroecuador que compense a los afectados por este desastre ambiental.
Mientras Esmeraldas sigue contaminada, las instituciones del Estado como Petroecuador-responsable del SOTE-, los ministerios de Energía, Ambiente, Salud, la Secretaría de Gestión de Riesgos, y otras emiten comunicados de “respuesta oportuna ante la situación”.
Los tropiezos de Manzano
A la vez, la ministra de Energía ha caído en imprecisiones en la información sobre lo ocurrido.
Primero, afirmó que la ruptura del SOTE fue por un deslizamiento de tierra.
“No es falta de mantenimiento, sino que es un accidente por el temporal”, dijo el 17 de marzo, al medio La Defensa.
Pero su versión cambió dos días después. El 19 de marzo, en FM Mundo, la misma secretaria de Estado afirmó que se trató de un “sabotaje”.
Aunque el 21 de marzo, una dubitativa ministra de Energía dijo que no conoció el «informe de inteligencia» sobre el presunto sabotaje.
«No he recibido el informe persé, sino un resumen ejecutivo. Entonces, me imagino que sí- es un sabotaje-«,dijo en entrevista con Ecuavisa.
Amaneció el 20 de marzo y Manzano aseguró que fueron 3.800 barriles de petróleo derramados.
Ese mismo día, un memorando emitido por el jefe de Operaciones de Petroecuador- que salió a la luz el 25 de marzo- desbancó la versión oficial de la ministra de Energía.
El informe reveló que fueron 25.116 barriles de crudo que se regaron en Quinindé y Esmeraldas.
Radio Pichincha