La Superintendencia de Compañías, dirigida por Luis Cabezas-Klaere, refuerza los controles contra el lavado de activos en Ecuador, particularmente en el contexto del narcotráfico y el crimen organizado. La entidad supervisa más de 170,000 empresas activas en el país y se enfoca en evitar que se usen como fachadas ilícitas. Para ello, ha mejorado los controles tanto previos como posteriores a la constitución de las empresas, incorporando inteligencia artificial y trabajando de cerca con otras instituciones como el SRI, la UAFE y la Superintendencia de Bancos.
Cabezas-Klaere señala que las empresas de alto riesgo para el lavado de activos son principalmente las del sector minero, exportador y aquellas con grandes flujos de efectivo, como las de transporte de valores. Además, menciona que no se debe culpar a las SAS por facilitar el delito, ya que estas han democratizado la creación de empresas, especialmente para emprendedores, y los controles son los que realmente marcan la diferencia.
Anualmente, alrededor de 6,000 empresas se disuelven, aunque no todas por actividades ilícitas. Las intervenciones por irregularidades graves son menores, y en caso de encontrar evidencias de delitos, los casos son remitidos a la Fiscalía. La Superintendencia asegura que, aunque el crimen evoluciona, también lo hacen los mecanismos de control para enfrentar este desafío.
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