Derrame petrolero: ¿Por qué estamos en el peor escenario?

El río Esmeraldas, uno de los principales afluentes de la provincia, continúa cubierto de crudo tras el derrame de petróleo ocurrido el 13 de marzo debido a la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE). La afectación también se extendió a los ríos Caple y Viche, generando un desastre ambiental de grandes proporciones.

El derrame se originó en el cantón Quinindé, donde el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal declaró emergencia. A pesar de que Petroecuador EP activó su plan de contingencia con apoyo del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, el crudo alcanzó el río Esmeraldas y se desplazó a lo largo de 80 kilómetros, impactando gravemente a las comunidades ribereñas.

Impacto ambiental y social

La ingeniera ambiental Carolina Zurita Lagos advierte que el impacto ambiental es sumamente grave y también conlleva un impacto social directo sobre la población.

 Este río no solo proveía agua potable a las comunidades, sino que también era utilizado para regadío, bebederos de animales y otras actividades esenciales, señaló.

Las parroquias Cube, Viche, Majua, Chinca, San Mateo y Tachina han quedado sin acceso a agua potable, lo que agrava la situación de salud y bienestar de sus habitantes.

Zurita destaca que  la falta de acceso a agua segura expone a la población a enfermedades y afecta especialmente a niños y adultos mayores.

Fallas en la respuesta y medidas urgentes

Una de las preocupaciones principales es la demora en la respuesta. El evento ocurrió el 13 de marzo, pero recién el 16 se empezó a hablar de ello en redes y medios, menciona Zurita. Esto plantea interrogantes sobre la eficacia de los planes de contingencia y la capacidad de respuesta de Petroecuador EP.

La experta ambiental advierte con preocupación: “¿Por qué estamos en el peor escenario?” y asegura que espera una respuesta técnica clara a esa pregunta. Explica que el derrame afecta uno de los ductos más importantes del país, junto con el OCP, y que en este tipo de emergencias el tiempo de reacción es fundamental.

“Se deben tener cálculos, simulacros, y saber exactamente dónde se puede detener el crudo si ocurre una ruptura, porque los ríos se conectan”, alerta.

Uno de los esteros afectados es el Caple, que desemboca en el Biche y luego en el Esmeraldas, río del que dependen muchas poblaciones para el consumo de agua.

Zurita también enfatiza la necesidad de una investigación profunda para determinar si existía un plan adecuado de contención y si se realizaron los estudios de riesgo pertinentes.

“Es fundamental revisar si se tenían actualizados los planes de contingencia frente a deslizamientos y lluvias, considerando que el país está atravesando un periodo de alta pluviosidad”, señala.

El derrame podría tener efectos negativos durante años en el ecosistema y la economía local. Actividades como la agricultura, ganadería y el turismo en Esmeraldas se verán afectadas.

“El petróleo contiene metales pesados que pueden contaminar los alimentos y el agua, afectando la salud pública”, explica Zurita.

Las plantas de tratamiento de agua potable no están diseñadas para filtrar este tipo de contaminantes, por lo que será necesario buscar nuevas fuentes de abastecimiento.

Además, el proceso de restauración ecológica y reparación social requerirá una inversión significativa y un seguimiento riguroso por parte de la ciudadanía y la academia.

Responsabilidades y exigencias

Petroecuador EP enfrenta una investigación para determinar si hubo negligencia en la atención del derrame.

“Se ha planteado la posibilidad de un sabotaje, pero si no se comprueba, también es necesario determinar si la empresa respondió adecuadamente y si contaba con los recursos necesarios para mitigar el desastre”, sostiene Zurita.

Este desastre ambiental resalta la problemática más amplia de la contaminación de los ríos en Ecuador.

Debemos exigir respuestas y acción, no solo en este caso, sino en la protección de todas nuestras fuentes de agua”, concluye la experta.

Claro, aquí tienes el párrafo integrado al reportaje:

Llamado a la solidaridad con las comunidades afectadas

Más de 51 mil personas se han visto afectadas directamente. La Fundación Mujeres de Asfalto ha activado un centro de acopio en Quito para recibir donaciones de agua, alimentos no perecibles, medicinas de primeros auxilios, productos de aseo personal, pañales para niños y adultos, productos de salud menstrual y alimento para mascotas.

Las donaciones se receptan en la Av. 6 de Diciembre N33-382 y Av. Eloy Alfaro, edificio Ziza, en Quito. También se puede contribuir económicamente a través de una transferencia a la cuenta corriente de la Fundación Mujeres de Asfalto en el Banco Produbanco: 2005270509, RUC 0993251313001 o escribiendo a mujeresdeasfalto@gmail.com. Para más información o coordinar ayuda, el contacto es el +593 979056706.

También se puede realizar donaciones a través del Patronato San José, en los siguientes puntos de acopio:

  • Patronato San José: Chile Oe6-48 y Benalcázar.
  • Comedor San Bartolo: Av. Ajaví y Huigra.
  • Comedor Calderón: Manuel Enriquez y Rafael Larrea
  • CEAM Los Chillos: Gribaldo Miño y av. Ilaló.
  • CEAM Tumbaco: Fco. de Orellana 05-39 y González Suárez
  • Punto de Acopio parque Bicentenario: Antiguo aeropuerto de Quito
  • Radio Pichincha

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