El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha expresado su compromiso de seguir apoyando los objetivos económicos de Ecuador, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales del 13 de abril de 2025, en las que los ecuatorianos elegirán entre Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana (izquierda), y Daniel Noboa, candidato de la derecha. Sin embargo, el FMI también ha señalado que la segunda revisión del programa económico acordado con Ecuador se completará solo después de las elecciones, lo que ha generado una incertidumbre sobre el futuro político y económico del país.
El programa de crédito del FMI
Ecuador está actualmente comprometido con un acuerdo con el FMI, bajo el programa de Servicio Ampliado (SAF), firmado en abril de 2024. Este acuerdo implica un préstamo de USD 4.000 millones, que será desembolsado en varias partes hasta el primer trimestre de 2028. Hasta ahora, el país ha recibido USD 1.500 millones de ese total.
De acuerdo con el calendario de desembolsos, Ecuador debía recibir USD 417 millones en marzo de 2025, como parte de la segunda revisión del programa. Sin embargo, la segunda revisión, que analiza el cumplimiento de las metas económicas del país hasta diciembre de 2024, no se completará antes de las elecciones. Un vocero del FMI explicó que se espera que esta revisión se termine después de las elecciones, lo que deja a Ecuador en un estado de espera respecto a los siguientes desembolsos.
Incertidumbre por las elecciones
La cercanía de las elecciones presidenciales genera incertidumbre tanto en los organismos internacionales como en los analistas económicos, ya que el futuro del acuerdo con el FMI depende de las políticas que adopte el próximo presidente. Aunque el FMI ha expresado su apoyo a los esfuerzos del gobierno ecuatoriano, los analistas advierten que aún hay dudas sobre si el futuro mandatario optará por continuar con el actual programa de crédito o buscará renegociarlo o incluso iniciar un nuevo acuerdo.
En una entrevista con Radio Pichincha, varios expertos señalaron que este tipo de incertidumbre política puede complicar la capacidad del FMI para tomar decisiones sobre los desembolsos futuros y el cumplimiento de las metas del programa.
El apoyo del FMI en tiempos difíciles
El FMI ha sido claro en su enfoque al señalar que su objetivo es «apoyar a los ecuatorianos» en medio de un entorno macroeconómico desafiante. En la primera revisión del acuerdo, el FMI destacó los esfuerzos del gobierno ecuatoriano para gestionar la crisis eléctrica provocada por una sequía histórica y las presiones económicas que el país enfrenta. A pesar de las críticas que ha recibido el programa, el FMI ha subrayado que su enfoque tiene como prioridad la protección de los sectores más vulnerables, la estabilidad macroeconómica y el crecimiento económico sostenible e inclusivo.
En ese sentido, el FMI ha elogiado los avances significativos de Ecuador en la implementación de reformas económicas bajo el marco del SAF, tales como la mejora de la sostenibilidad fiscal, el fortalecimiento de la estabilidad financiera y la protección de la dolarización. Estas reformas, según el FMI, están ayudando a salvaguardar la estabilidad económica del país, aunque algunos sectores de la población consideran que el costo de estas políticas ha recaído principalmente en los más vulnerables.
Críticas al ajuste fiscal y los efectos sociales
Por otro lado, las políticas del FMI en Ecuador han sido objeto de fuertes críticas. Muchos economistas y organizaciones sociales han cuestionado el enfoque del FMI, especialmente por el énfasis que se pone en el ajuste fiscal, lo que implica un aumento en los impuestos, recortes en la inversión pública y una reducción en el gasto corriente, que afecta principalmente a los empleados públicos. Este enfoque, según los críticos, podría generar un mayor descontento social y aumentar las dificultades económicas de los ecuatorianos en un contexto de creciente desigualdad.
El camino por delante
El próximo presidente de Ecuador tendrá la responsabilidad de decidir el rumbo del país en cuanto a la relación con el FMI y las políticas económicas que se implementarán durante su mandato. Mientras tanto, el FMI seguirá observando de cerca los avances económicos y las decisiones políticas que se tomen tras las elecciones de abril. La incertidumbre política y económica prevalecerá hasta que el nuevo gobierno defina cómo abordará el acuerdo con el FMI y sus implicaciones para el futuro de la economía ecuatoriana.
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