Almacenar de la forma correcta el café va más allá de preservar la seguridad alimentaria, ya que es muy probable que no se dañe, pero si afectara el sabor y el aroma.
La portavoz de comunicaciones corporativas de The JM Smucker Co., propietaria de Folgers, Kyle Hess, explica que “almacenar adecuadamente el café es una de las mejores maneras de preservar su sabor y garantizar que se obtiene una taza de café de alta calidad con cada preparación”.
Los expertos de Folgers comparte una serie de recomendaciones para guardar el café sin que se ponga rancio y de como resultado una taza de café de mala calidad. El café se debe guardar “en un lugar fresco y seco con la tapa bien cerrada”.
Café molido: muchas marcas venden el café en recipientes con tapas selladas, que la es forma recomendada de guardarlo.
Café molido en lata: también se puede guardar en latas con tapas para garantizar la frescura del producto.
Aunque el refrigerador y el congelador ayudan a alargar la vida útil de muchos alimentos, en el caso del café no es recomendable, ya que las bajas temperatura puede afectar el sabor.
Hess comenta que “No recomendamos refrigerar ni congelar el café, ya que esto puede provocar pérdida de sabor”.
El café absorbe la humedad, por lo que cuando se refrigera o congela puede absorber prematuramente la humedad del ambiente, los olores y experimentar un cambiando del sabor.
Un lugar fresco para almacenar el café
Para los granos de café se mantiene la recomendación de guardarlos en “un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa”.
La frescura del café puede mantenerse por tres semanas una vez que de abrir el empaque del café, según Folgers.
Tomado de El Diario NY