El Gobierno Argentine inició la recta final hacia un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el número 23 en los últimos 70 años, con un decreto que autorizó la concreción de una negociación entre Buenos Aires y Washington, que ya acumula casi cuatro meses y que tiene determinado el marco general, pero no su contenido. En las próximas semanas el equipo económico intentará resolver el ida y vuelta técnico y conseguir que el Congreso no rechace el DNU.
Si se alinearan todos esos planetas, la intención de la Casa Rosada es tener firmado y aprobado en el directorio del organismo un nuevo Extended Fund Facility (EFF) antes de fines de abril. Según los primeros indicios, un alivio en el calendario de pagos de capital al FMI y una porción -por el momento indefinida- de financiamiento adicional, que tendrá como objeto una operación de deuda interna que le sume dólares al activo del Banco Central. Las estimaciones de mercado ya hablan de un programa de entre 20.000 y 25.000 mil millones de dólares.
Varios elementos que conforman la estructura del acuerdo EFF que busca cerrar el equipo económico ya quedaron determinados. Por un lado, el DNU estableció que habrá desembolsos de dólares y un aplazamiento en una serie de pagos previstos para los próximos años.
Un punto clave es la existencia de un período de gracia de cuatro años y medio. El DNU, por su parte, no especificó el monto del financiamiento adicional, pero indicó que será utilizado para recomprar Letras Intransferibles emitidas por el Ministerio de Economía y en poder del Banco Central (BCRA). El decreto menciona que se buscará cancelar “una parte sustancial” de esos títulos, lo que sugiere que los desembolsos no serían suficientes para cubrir el total de USD 23.000 millones registrados en el balance del BCRA.
Según estimaciones preliminares del mercado, solo para cancelar la primera Letra Intransferible del cronograma, con vencimiento el 1° de junio por USD 10.000 millones a valor nominal, el Gobierno requeriría USD 3.000 millones en financiamiento adicional del FMI.
La diferencia entre ambos valores se explica porque estas letras tienen dos formas de contabilización: en el Ministerio de Economía aparecen por USD 10.000 millones, mientras que en el BCRA figuran con una valuación equivalente al 30% de ese monto, más ajustado al valor “real” de este instrumento de deuda intra sector público.
Hay otros vencimientos menores de este tipo de Letras en 2026 y 2027, mientras que recién en 2029 los montos vuelven a superar los USD 10.000 millones. Entre 2031 y 2033 alcanzan aproximadamente USD 12.000 millones anuales. El total de dólares frescos aún no fue confirmado, por lo que es temprano para determinar cuántas de esas letras podrán cancelarse con los fondos del FMI.
Aunque el DNU no lo detalla, una estimación privada calculó la tasa de interés que deberá pagar Argentina. Para programas de alto monto como los que el país mantiene desde 2018, la tasa se compone de diferentes factores relacionados con la duración del acuerdo y el excedente sobre la cuota que le corresponde al país por ser miembro del organismo.
Según cálculos de Romano Group, la tasa de interés del nuevo acuerdo se ubicaría en 6,47% anual, considerando la última modificación realizada por el directorio del FMI en octubre pasado.
Fuente: Infobae