El presidente Daniel Noboa anunció -el martes 11 de marzo- una alianza estratégica con el paramilitar Erik Prince, fundador de la empresa Blackwater, una contratista militar privada estadounidense.
Según el Gobierno, esta alianza busca fortalecer las capacidades en la lucha contra el narcoterrorismo y la protección de nuestras aguas de la pesca ilegal.
A pesar de no dar más detalles sobre el ámbito de esta alianza, el nombre de Prince despierta polémicas debido a su reputación como contratista militar privado, a los escándalos, a los problemas legales que tiene en Estados Unidos (EE.UU.) y a la potencial apertura a una «privatización» de la seguridad en Ecuador.
Prince es un veterano de las Fuerzas Especiales de la Marina de los Estados Unidos (Navy Seal), que fundó en 1997 la compañía de mercenarios Blackwater usando la fortuna de sus padres, empresarios de la venta de autopartes.
Vendió su empresa Blackwater en 2011, la misma que luego cambió de nombres a Blackwater Worlwide, luego a Academi, para finalmente ser absorbida por la corporación Constellis.
Un problema de lealtad
La compañía Blackwater tomó relevancia después de los atentados del 11 de Septiembre de 2001 en EE.UU., pero su nombre sobresalió en los titulares de prensa en 2007 cuando se publicó su responsabilidad en el asesinato de 17 civiles en Irak.
Desde entonces, a pesar de los cambios de nombre de la empresa, orientados a dejar atrás estos escándalos y violaciones a los Derechos Humanos, la lista de denuncias contra su fundador y la empresa solo creció:
- Prince fue denunciado por ser presuntamente miembro de un programa de asesinatos selectivos de la CIA
- También fue enjuiciado por homicidio voluntario de cinco exempleados de Blackwater
- Entre otras acusaciones y delitos que habrían sido ejecutados en Oriente Medio y África.
En 2016, el periódico The Intercept hizo pública la investigación que el Gobierno de EE.UU. le había iniciado por posible lavado de dinero y supuestos vínculos con agencias de inteligencia extranjera.
El fundador de Blackwater también habría ofrecido apoyo a Wagner en Libia. Wagner es una compañía rusa de mercenarios privados que ofrece apoyo a empresas que operan en África y otras lugares con activos rusos. Esta investigación a cargo del Congreso de EE.UU. salió a la luz en 2020.
Ese año también se abrió otra investigación en contra de Prince, esta vez por la venta de avionetas de fumigación reacondicionadas como naves armadas para la guerra.
La década terminó para Prince con una acusación de lavado de dinero que involucraba a contactos de China.
Posturas polémicas sobre colonialismo y migrantes
Las dudas sobre la lealtad a su país y los cuestionamientos éticos y legales a su accionar dentro y fuera de Blackwater no fueron lo único que trascendió con Prince, sino también por las declaraciones que ha hecho los últimos años.
En su podcast en Youtube, Prince afirmó que Estados Unidos debería «volver a ponerse el sombrero imperial» y tomar el control de extensos territorios del mundo, recordando las crueles consecuencias y el legado colonialista en muchos países en vías de desarrollo.
Como una solución a la deportación y al control de migrantes, el mercenario también propuso crear un pequeño ejército y un grupo de civiles autorizados para realizar arrestos, con la meta de expulsar de territorio estadounidense hasta a 12 millones de inmigrantes. Esta propuesta según los medios, habría sido entregada durante la investidura de Donald Trump hace pocas semanas.
Pronunciamientos sobre Ecuador y Luisa González
Off Leash with Erik Prince se denomina el podcast que este mercader de la seguridad privada tiene en Youtube.
En uno de sus últimos episodios, emitido el 21 de enero de 2025, Prince dedica el segmento más largo (más de 5 minutos) a opinar sobre de Ecuador. Allí aprovechó para criticar supuestas alianzas del entonces presidente Rafael Correa con Rusia y China y las rutas de la droga.
También aseguró en su podcast que Rafael Correa es el padre del hijo de Luisa González “lo que la convierte en una sustituta perfecta del expresidente de Ecuador”.
Prince también aseguró que Rafael Correa “tuvo que huir del país por su corrupción y ahora está escondido en Bélgica”.
En realidad, Correa no huyó, entregó el poder en una transición democrática, en mayo de 2017 y posteriormente se radicó en Bélgica, tal como lo tenía planeado.
«Ya casi Venezuela»
Prince también es creador y vocero de la iniciativa Ya Casi Venezuela, un abordaje mercenario y monetario para un cambio de gobierno “democrático” en Venezuela.
Se estimaba recaudar USD 100 millones para derrocar al presidente venozolano Nicolás Maduro.
La iniciativa, lanzada el 16 de septiembre de 2024, no contó con el respaldo de opositores como Edmundo González. Cabe resaltar que en 2019, Reuters publicó el intento de Prince de invadir Venezuela con un ejército de 5.000 mercenarios “en el nombre del presidente Juan Guaidó”.
ONU dice no al uso de mercenarios
Aunque por el momento no constan en los registros públicos algún contrato con empresas relacionadas con Prince o Constallis con el Estado ecuatoriano, esto tendría otro impedimento relacionado con las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El documento del comité fue publicado por el Grupo de Trabajo sobre la utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre determinación.
El documento hace un llamado sobre el “papel de los mercenarios, los agentes relacionados con estas personas y las empresas militares y de seguridad privadas en el tráfico; y la proliferación de armas en situaciones de conflicto armado”.
En una de sus partes más destacadas declara:
En los últimos años, el Grupo de Trabajo ha observado varias tendencias alarmantes en relación con el uso y la proliferación de armas pequeñas vinculadas a mercenarios, agentes relacionados con los mercenarios y empresas militares y de seguridad privadas y que repercuten negativamente en la población civil en forma de violaciones del derecho internacional humanitario, como ataques indiscriminados contra civiles, y numerosas violaciones de los derechos humanos, como ejecuciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y violencia sexual y de género.
Además, la intención del presidente Noboa también entraría en conflicto con el punto 5 de la resolución del 18 de diciembre de 2019 de la ONU, que determinó que los mercenarios no deberían entrar en conflictos armados:
(La ONU) Solicita a todos los Estados que ejerzan la máxima vigilancia contra todo tipo de reclutamiento, entrenamiento, contratación o financiación de mercenarios por empresas privadas que oferten servicios internacionales de asesoramiento y de seguridad militares, y que prohíban expresamente que tales empresas intervengan en conflictos armados o acciones encaminadas a desestabilizar regímenes constitucionales.
Así, en este panorama, Daniel Noboa busca un socio estratégico para combatir la inseguridad. Esto, en medio de críticas pues hasta ahora, el «Plan Fénix» no arroja resultados esperados.
Radio Pichincha
