El argentino-ecuatoriano, Hernán Galíndez, habló en ESPN Generación F del buen momento que atraviesa en Huracán, club con el que prolongó su contrato hasta 2027 y en el que viene de ganar el clásico ante San Lorenzo.
Con la Tricolor quiere jugar el Mundial 2026 antes de ponerle fin a su carrera deportiva. «Hoy mi objetivo es estar lo mejor que pueda para Huracán, eso me llevará a estar en buen nivel para llegar a la Selección. Quiero prepararme para el próximo Mundial, que es mi objetivo más grande probablemente en el final de mi carrera», detalló Galíndez, que cumplirá 38 años el 30 de marzo.
El arquero llegó al fútbol ecuatoriano en 2012 para jugar por Universidad Católica. Jugó en ese club hasta 2021, fue campeón nacional con Aucas en 2022, y se marchó en enero de 2024 a Huracán.
Se nacionalizó ecuatoriano en 2019 y dos años después ya fue convocado a la Selección de Ecuador cuando Gustavo Alfaro era el seleccionador. Hasta el momento ha jugado 25 partidos con la Tricolor, 14 en Eliminatorias Sudamericanas, 5 amistosos, 3 en la Copa América y 3 en el Mundial Qatar 2022.
«El partido más recordado en mi carrera es el Ecuador vs. Qatar, en la inauguración del Mundial 2022». Al ser consultado por su atajada preferida, respondió: «Una doble a Nico González en el partido contra Argentina de la Copa América de Brasil 2021».
Dijo que, pensando en la participación de Ecuador en el Mundial de 2026 que se realizará en Estados Unidos, México y Canadá, tiene en sus planes estudiar el idioma inglés. Al momento Ecuador está en tercera posición con 19 puntos, está a 6 de confirmar su clasificación.
El triunfo en el Clásico contra San Lorenzo
Hernán Galíndez habló de su felicidad por haber derrotado 2-0 a San Lorenzo, en el clásico que se disputó el domingo. «Para mí no hay nada más lindo que ganar sobre la hora. Lo imaginé así: hacer un gol de entrada y cerrar sobre el final para que la gente se vuelva loca. El final del partido fue una locura, con el gol de Rodrigo (Cabral), la gente cantando, el calor, los bomberos tirando agua. Fue el final soñado. Lo planifiqué así en mi cabeza y salió justo».
Sobre la ataja que realizó en los minutos finales del partido: ¿fue para la foto o el recurso necesario?
«Las dos cosas. Hay una jugada en un partido anterior que agarro el balón porque llego más cómodo y la agarro con las dos manos. En esta no me dio para agarrar con las dos manos. Llego con una sola mano y habría arriesgado mucho si metía las dos”.
