Amedrentar sería el mensaje que buscarían dar grupos criminales tras el ataque armado contra un teniente coronel de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) y otro miembro de la institución mientras se movilizaban en una camioneta por la vía a Daule, cerca de la Penitenciaría del Litoral.

Como producto del atentado murió el teniente coronel Porfirio Cedeño, comandante del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), y el cabo primero Xavier A. quedó herido. El ataque se habría dado por parte de sujetos a bordo de un auto. El hecho ocurrió alrededor de las 07:15 del viernes, 14 de febrero.

Porfirio Cedeño era el segundo al mando del Bloque de Seguridad de Durán, cantón vecino a Guayaquil sumergido en una ola delictiva que el Gobierno trata de contener. Allí operan los Chone Killers y Latin Kings.

El general (s. p.) del Ejército José Luis Castillo, magíster en Seguridad por el Instituto de Altos Estudios Nacional (IAEN), señaló que lo que ocurrió es una confirmación de lo que varios estudios sobre crimen organizado han investigado a nivel latinoamericano donde operan estos grupos.

Sostuvo que es una nueva fase del accionar y es la insurgencia criminal, que es cuando se van contra el Estado para poder seguir operando con sus negocios ilícitos.

Agregó que ese ataque contra el Estado tiene varias finalidades. Una de ellas es amedrentar a las fuerzas de seguridad para que bajen la presión contra sus organizaciones, que ellos están en condiciones de enfrentarlas y a cualquiera que se oponga a sus intereses lo van a atacar. Adicionalmente es un mensaje a la población para que sepan que tienen esa capacidad.

Para Castillo, el actual Gobierno ha hecho un esfuerzo para neutralizar y enfrentar al crimen organizado con la emisión de decretos; además se ha ejercido presión contra grupos delictuales porque comenzaron a ser descubiertos, a tal punto que se han capturado más de 270 toneladas de droga, lo que representa una gran pérdida para la economía de esas agrupaciones ilegales.

Añadió que se ha capturado a numerosos cabecillas y miembros de grupos de delincuencia organizada.

Castillo expresó que la reacción de esos grupos inicialmente fue la de hacer un repliegue estratégico, estar en una etapa de observación, pero han tenido tiempo para rearmarse e irse contra las fuerzas del Estado a fin de mandar un mensaje de que están en capacidad.

El ataque al oficial de la FAE fue hecho sin improvisaciones para llegar a su objetivo de manera entrenada, opinó. “Están armados, están entrenados, están presionados, perdiendo dinero. Su economía criminal está bajando. Le mandan un mensaje a la sociedad de que están en condiciones de operar contra quien se oponga”, dijo.

Para Jean Paúl Pinto, analista en temas de seguridad, es una advertencia de que cualquier militar que se meta en sus asuntos puede ser asesinado.

A raíz de aquello, para Pinto, hay un cambio en la estrategia porque altas autoridades castrenses han ido a territorio. No obstante, menciona que no se ven acciones de fuerza contra los grupos criminales, pues hay muchas operaciones de seguridad, pero con pocos resultados.

Agregó que la violencia no baja, ya que siguen las masacres así como los secuestros.

Precisó que tampoco hay claridad sobre lo que sucede en el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), por lo que no se sabe qué están haciendo, qué tipo de información genera, para quién, y hay cosas que no se anticipan ni se coordinan.

Un exsecretario de Seguridad, general (s. p.) Wagner Bravo, indicó que los grupos criminales tienen el poder suficiente para hacer inteligencia, procesar información y armar un ataque sea en contra de quien sea.

Cedeño dirigía las operaciones militares en Durán, uno de los cantones más conflictivos por los niveles de violencia.

“De una u otra manera, también quieren amedrentar y esa es también una estrategia del terrorismo”, dijo Bravo. 

Fuente: El Universo

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