Se han encendido todas las alarmas en el Etihad, que ha pasado de estar de fiesta por el gran partido frente al Newcastle tras caer entre semana ante el Real Madrid a quedar totalmente enmudecido cuando las asistencias han tenido que entrar a atender a Erling Haaland en el minuto 86′.
El noruego, máximo goleador del equipo y amenaza mayor para el Santiago Bernabéu, fue titular ante los urracas y, aunque no anotó, tuvo un partido completo y destacado. Venía de hacer un doblete ante el conjunto blanco y esta vez actuó más en beneficio del equipo. Apareció para descargar en numerosas ocasiones y dar continuidad a las jugadas, siendo eclipsado por Omar Marmoush, autor de un hat trick ante el Newcastle en 14 minutos.
Lo que era una fiesta se paralizó por completo en los últimos minutos de partido. Erling Haaland se fue al suelo, intentó incorporarse y no pudo. La cara de Pep Guardiola lo dijo todo. Se llevó las manos a la cabeza temiendo lo peor y el no haber sustituido al noruego antes, con el partido resuelto. Más todavía cuando la mano se la llevó, el ‘cyborg’ a la rodilla y la repetición mostró un mal apoyo sin oposición.
Rápidamente, las asistencias entraron al terreno de juego y Guardiola, sin esperar a la resolución, tomó la decisión de sustituir a Haaland. Por suerte, pareció que abandonó el terreno de juego andando con normalidad y podría quedar todo en un susto. Su presencia en el Santiago Bernabéu el miércoles ante el Real Madrid, en el aire.