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ENTÉRATE – Ángel Di María revela haber rechazado una oferta multimillonaria de Arabia Saudita

La bella Lisboa es la segunda parada de “Mi Selección” tras el paso por Sevilla para entrevistar a Giovani Lo Celso. La capital portuguesa es un lugar cercano a los sentimientos del segundo protagonista de este ciclo, Ángel Di María. El ahora consagrado y multicampeón Fideo era solo una joven promesa cuando dejó Rosario Central, en 2007, para sumarse a las filas del Benfica, su primer destino europeo, que lo recibió con los brazos abiertos.

Después llegó el salto al Real Madrid (2010-2015), donde se codeó con estrellas de la talla de Cristiano Ronaldo y ganó la Champions League. Más tarde pasó por el Manchester United (2015), el PSG (2015-2022) y la Juventus (2022-2023), para finalmente retornar a su querido Benfica, algo que el talentoso zurdo rosarino se había planteado desde un primer momento. En medio de su experiencia europea fue escribiendo su historia en la selección argentina. Con la camiseta albiceleste debió soportar dolorosas e injustas críticas, pero tuvo su merecida revancha, ganando todo con el combinado nacional y convirtiendo goles definitorios, en finales.

En un día nublado y frío en Lisboa, Di María se presta a una conversación distendida con Infobae en la sala de prensa del campo de entrenamiento del Benfica. Sus ideas y vueltas con la Selección, la decisión de dejar definitivamente el equipo, la increíble oferta económica que rechazó de Arabia Saudita, su especial relación con Diego Maradona y los elogios a Messi son solo algunos de los temas que sobrevolaron la charla. A continuación, la entrevista:

-La verdad que sí. Es mi primera casa en Europa, el lugar que me abrió las puertas por primera vez. Vine con mi familia de chiquito con casi 18 años. Pasé esos primeros tres años increíbles acá (NdR 2007-2010). Tenía muchas ganas de tener la posibilidad de volver algún día y la tuve.

-Imagino que estás acostumbrado, porque te tocó jugar bien en todos los clubes y salir campeón. Pero vimos acá en Benfica que la gente te ama mucho, entiendo que son muy pasionales también en esta ciudad, pero de verdad se siente mucho ese cariño hacia vos.

-Sí, te lo hacen sentir en la calle o cuando vas a cenar, a almorzar y estás por ahí o cuando estás en una plaza, como la que voy con las nenas. Hay una plaza cerca de casa donde las llevo y la gente te lo hace sentir. La verdad que cuando llegué lo dije siempre. Estuve los dos primeros años, siempre en el banco, y cuando entraba parecía que entraba Leo (Messi) al Monumental. No entendía por qué. Nunca entendí el por qué, pero la gente me tenía ese cariño ya desde el día que llegué. No sé si porque llegué de chico y ellos sintieron que yo arranqué acá y a partir de este lugar exploté y fue todo lo que lo que fue después. Pero ese cariño estuvo desde el primer día, por eso siempre tuve esas ganas de pegar la vuelta para acá y volver a sentir eso otra vez.

-Hay cosas que los que estamos afuera seguramente no nos enteramos, pero también tiene que ver con la elección de jugar en Benfica y el cariño de la gente. Uno entiende que después del Mundial, después de todos los clubes en los que jugaste, recibiste muchas ofertas. Y también ofertas millonarias, de esas que están saliendo, por ejemplo, de Arabia Saudita. ¿Y vos elegiste? ¿Acá hay un poco de eso también, o no?

Tuve muchísimas ofertas, con números que jamás en mi vida había visto en un papel y las tuve ahí. Y con mi familia dijimos “no, vamos a Lisboa, queremos volver al Benfica”. Tuve la posibilidad el año anterior que estuve en la Juve, pero quería conocer la liga italiana. Era el club más grande de Italia. Tenía esas ganas también, pero ya ese año (2022) tuve la posibilidad de poder venir a Benfica otra vez, y al años siguiente dije “ya está, es el momento de volver a Lisboa”. Además acá esta Rui (Costa) como presidente. Jugué con él, entonces tenemos comunicación permanente. Él quería que venga y yo tenía es ilusión, así que terminé volviendo.

-No quiero ser descortés hablando de plata, que siempre es feo, pero cuando te llegan esas ofertas increíbles, ¿cómo es? ¿Te dicen te doy 20, etcétera, y así se va poniendo un dinero que no se puede contar? ¿Es como que te siguen cebando?

-La verdad es que me llegó una oferta de Arabia. No tengo representante, es un amigo que me maneja las cosas y me ayuda con todo. Llega la oferta, digo que no. Vuelve a llegar una oferta, de más del doble, del mismo club. Vuelvo a decir que no. Ahí mi amigo me dice “algo tenemos que decir, porque ellos no se si saben que vos no querés ir a jugar ahí”. Y ahí le dije, “bueno, si nos dan esto, capaz que vamos (haciendo referencia a una cifra mucho más alta)” ¡Y dieron eso!

-¡Jugaste muy fuerte ahí!

-Mi mujer me decía, “¿pero cómo te van a dar eso tarado?”. Y bueno, el tarado tenía razón.

-Jugaste con un número fuertísimo para que te digan que no…

-Sí, para que digan que no, y ellos dijeron “sí, sí, ¿listo?”. Cuando mi amigo me dijo que sí, le dije a mi mujer “¿viste que no soy un tarado? Al final pedimos y llegaron”. Decíamos “¿y ahora?” Y nada, ya está, nos vamos a Lisboa, vamos a Benfica. Al final la dejé pasar. Todo esto fue después del Mundial, cuando estaba en la Juve, fue en aquel momento. Creo que fue un poco por todo eso, ahora ya está. Si llega de nuevo esa oferta creo que ya está, no tengo esas ganas de ir a un lugar así en el final de mi carrera.

-El 14 de febrero cumplís años. Desde afuera se ve que vos y tu mujer son una pareja muy romántica. ¿Festejan tu cumpleaños ese día? ¿Festejan San Valentín? ¿O las dos cosas?

-Las dos cosas, yo meto más lo que es San Valentín y ella me mete todo lo que es el cumple y se festeja todo junto.

-Ahora se vienen las Eliminatorias para la Selección con dos partidos muy importantes, como son Brasil y Uruguay. Ya lo hablaste y fuiste muy seguro al decir “no juego más”, pero ¿no te pasa nada por dentro cuando llegan esas fechas?

-Sí, eso sí me pasa. Pero no solamente porque se trata de Brasil o Uruguay. Pasa siempre, es la Selección, donde uno es feliz, siempre dije lo mismo. ¿Cuántos jugadores argentinos hay en el mundo? Miles y miles. Y son solamente 26 los que van, es un privilegio enorme estar ahí. Y yo le dije ya que no, pero lo dije porque creo que era el momento de decirlo. No soy Leo (Messi). Leo es Leo, y va a estar hasta cuando él quiera, y cuando no le dé, él va a a poder seguir estando, porque es él, ¿me entendés? Pero nosotros, que somos de tierra, tenés que decir “es el momento”. Mirar para atrás y ves chicos que vienen con ganas, hay un Mundial muy cerca y solamente hay partidos de Eliminatorias. Esos chicos tienen que tener minutos. Lo dijo Leo hace poco en una nota en Argentina. Necesitan minutos esos chicos. No podés llegar a un Mundial sin que Garnacho tenga 90 minutos en un partido solo. Necesita roce. Yo vi el partido contra Paraguay que decían “ahí entró Garnacho, pero no…” Pero es una Eliminatoria, no estaba jugando contra el Chelsea, que capaz te dejan jugar más, necesita ese roce, empezar a sentirlo. Necesitan darle esos minutos a estos chicos, que te van a representar en un Mundial en un año y medio, en un año y algo. Entonces, si yo sigo estando ahí, esos minutos se le acortan un poco, ¿entendés?

-De afuera se ve que estás volando, viendo los partidos de Benfica, los últimos que jugaste en la Selección…¿vos sabés que podés jugar otro Mundial?

-En realidad no lo sé. Como dijimos recién, cumplo 37 años ahora, y es como dijo Leo, es ir viendo partido a partido. día a día, mes a mes. Es ver cómo te vas sintiendo, cómo va reaccionando tu cuerpo. Yo ahora tuve dos recaídas de una contractura, que me tuvieron afuera cuatro o cinco días afuera y vuelvo otra vez, pero al cuerpo ya le cuesta, entonces empecé a analizar todo lo que implicaba volver a estar en un Mundial, llegar a un Mundial, y me di cuenta que lo mejor era dar ya un paso al costado. Logré todo lo que quería lograr. Me fui de la manera que me quería ir, sin saber si la Copa América la íbamos a ganar o no, pero era lo último y se dio de la misma manera. Se lo dije a a Scaloni adentro de la cancha y le dije de qué otra manera mejor me puedo ir. Él me hablaba en el oído y me decía “quédate acá”. Y yo le dije que no, que ya está, que era el momento. Hay un montón de chicos que vienen atrás, y me dijo que “la verdad, tenés razón”. Me dí cuenta que era el momento perfecto para dar el paso al costado. Yo soy muy agradecido a la gente que me sigue escribiendo y me pone “es un poquito más”. Sí, es un poquito más, pero si de acá a seis meses digo “ya está, no puedo más, ya me cansé, no quiero jugar más”. ¿Qué hago? ¿La Selección la dejo como si nada? Ya tuve la despedida, me pude ir como quise, ya está, era el momento.

Vía infobae

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