João Félix y Giménez ya ilusionan al Milan. Los nuevos fichajes de Conceição saltaron al campo en la reanudación del cuarto de final de la Copa italiana contra la Roma y sentenciaron el partido construyendo el gol del 3-1, anotado por el exatlético con la calidad que en el Meazza esperaban de él.
Ranieri hizo rotaciones en la Serie A contra el Nápoles, dejando claro que el objetivo era ganar en San Siro, pero el partido se le puso muy complicado rápidamente. Tras apenas 16 minutos bloqueados, los rossoneri desatascaron el encuentro con un clásico: el gol del ex. Abraham, con un testarazo imperial, aprovechó un centro de Theo y encendió el partido, que vivió una fase con ocasiones en ambas áreas. Los romanos rozaron el empate con Shomurodov, cuyo disparo no fue bien controlado por Maignan, y con un cabezazo de Pisilli que golpeó la parte alta del larguero. El Milan se metió atrás, pero supo golpear con las transiciones: en una de ellas, otra vez Theo encontró entre líneas a Abraham, que no desaprovechó el mano a mano contra Svilar, alargando la ventaja en el 42′.
La segunda parte fue todavía más intensa. Tras un testarazo al larguero de Walker en un córner lanzado por Theo, los romanisti recortaron distancias con Dovbyk, que había empezado en el banquillo. El ucraniano arrancó la jugada y la finalizó recibiendo un centro de Angeliño desviado por Walker en el 54′. Ahí aparecieron las caras nuevas del Milan, que saltaron al campo en el 59′ (en lugar de Abraham y Pulisic) y fueron decisivas en su debut. En el 73′, Santiago Giménez verticalizó para João Félix, que superó a Svilar con una delicada vaselina. Apenas tres minutos después, la Roma volvió a reducir la ventaja milanista con un gol en propia puerta de Reijnders, pero el VAR intervino por un fuera de juego de Dovbyk en la jugada, y el Milan pudo gestionar el marcador y la clasificación sin apuros en el tramo final. En la semifinal se encontrará con el ganador del Inter-Lazio.
Fuente: Diario AS
MM