Con las negociaciones sobre la segunda fase de la tregua en Gaza como principal asunto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reúne este martes con el mandatario estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca. Netanyahu, que aterrizó en Washington el domingo, será el primer líder internacional en citarse con el presidente de EE.UU. desde su investidura, un gesto que demuestra la sintonía entre ambos mandatarios.
Tras reunirse con varios funcionarios estadounidenses, Netanyahu ordenó el envío de una delegación israelí a Doha a finales de esta semana para «discutir los detalles técnicos relacionados con la implementación continua del acuerdo», según un comunicado de la Oficina del primer ministro israelí.
El mandatario israelí mantuvo un encuentro «positivo y amistoso» la madrugada de este martes con el Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, y el enviado especial de la Casa Blanca a Oriente Medio, Steve Witkoff, cuya implicación a principios de enero en las negociaciones para un alto el fuego fueron claves para la firma del acuerdo.
«Las conversaciones sobre Oriente Medio con Israel y varios otros países están avanzando», afirmó Trump el domingo ante los periodistas en la Base Andrews de Maryland, aunque el lunnes admitió que no tiene «garantías de que la paz pueda mantenerse».
Antes de abordar el vuelo con destino EE.UU., Netanyahu declaró a los medios en el aeropuerto de Tel Aviv que la guerra en Gaza ha servido para «cambiar la faz en Oriente Medio», pero que Israel, con la ayuda de Trump, puede transformar la región «todavía más y mejor».
Junto con el gobernante israelí, viajan también a Washington el ministro de Asuntos Estratégicos y mano derecha de Netanyahu, Ron Dermer, así como el enlace gubernamental con las familias de los rehenes, Gal Hirsch.
La visita del israelí a Washington se produce en medio de la implementación de la primera fase del acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza, que arrancó el pasado 19 de enero con una duración prevista de seis semanas. En ese plazo, Hamás debe liberar a 33 rehenes israelíes —ya han salido 13, además de cinco tailandeses— a cambio de la excarcelación de más de 1.900 presos palestinos. De ellos, 587 ya están en libertad, incluidos 209 que cumplían largas condenas o cadena perpetua.
«Hablaremos de la victoria contra Hamás, del regreso de todos nuestros rehenes y de la lucha contra el eje iraní», indicó Netanyahu sobre su encuentro con Trump; mientras que dirigentes del grupo islamista han insistido en su disposición a iniciar cuanto antes las conversaciones sobre la segunda fase del acuerdo.
Conversaciones sobre el fin de la guerra
La tregua cumplió este lunes su día 16, cuando las partes debían iniciar las conversaciones para la segunda fase del cese el fuego, según el acuerdo. En ella, todos los rehenes deben ser liberados y sentase las bases para el final definitivo de la guerra, que comenzó el pasado 7 de octubre de 2023 tras el ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí. Desde entonces, han muerto en el enclave más de 47.500 palestinos, según el recuento del Ministerio de Sanidad gazatí.
Para esa fase, quedarían todavía 56 cautivos, aunque 34 están confirmados muertos. Una tercera etapa, ahora incierta, debería definir la reconstrucción de la Franja de Gaza y su gobernanza en el futuro.
A su regreso de Estados Unidos, Netanyahu convocará al Gabinete de Seguridad para discutir las posiciones generales de Israel respecto a la segunda etapa del acuerdo que debería entrar en vigor cuando se cumplan los 42 días de la primera fase de la tregua.
Aunque los mediadores, EE.UU., Catar y Egipto, trabajan también para impulsar las negociaciones de la segunda fase, el ministro israelí de Finanzas, el colono extremista Bezalel Smotrich —máximo exponente del ala dura y ultraderechista del Gobierno— ha amenazado de nuevo con abandonar la coalición si no se retoman los combates en cuanto termine la primera fase, a finales de febrero, lo que privaría a Netanyahu de una mayoría suficiente para gobernar.
Sin embargo, el presidente de Israel, Isaac Herzog, instó este lunes a «completar todas las etapas del acuerdo y traer rápidamente de vuelta» a los 76 rehenes que aún están en Gaza. «Los rehenes que han regresado y han comenzado su recuperación nos han traído un tremendo alivio, emoción y fe», afirmó Herzog en un acto celebrado en la residencia presidencial en Jerusalén.
Violencia creciente en Cisjordania
El encuentro entre Trump y Netanyahu en la Casa Blanca también se produce en medio de una intensa ofensiva del Ejército israelí en Cisjordania ocupada, que comenzó en paralelo a la tregua en Gaza, y que se ha cebado con localidades del norte de ese territorio palestino como Yenín, Tulkarem, Tubas o Nablus.
El Ejército israelí asegura haber matado a más de 50 «terroristas» en ese territorio desde el 14 de enero; mientras que el Ministerio de Sanidad palestino contabilizó 70 personas asesinadas por Israel en Cisjordania ocupada desde el inicio del año. Unos 9.000 palestinos se han visto obligados a huir del campo de refugiados de Tulkarem por la «ofensiva israelí sin precedentes» contra las milicias en la zona, confirmó este lunes el gobernador de Tulkarem, Abdulá Kamil; mientras que en Yenín —principal bastión de milicias palestinas— las tropas israelíes han destruido una veintena de edificios de campamento de refugiados de Yenín.
La presidencia palestina denunció este lunes la «limpieza étnica» cometida por Israel, según la agencia oficial palestina Wafa, y pidió a la administración estadounidense intervenir antes de que sea demasiado tarde.
También se espera que en la primera reunión entre Netanyahu y Trump en su segundo mandato, aborden la amenaza de Irán, así como las nuevas condiciones y concesiones que el israelí tendrá que aceptar para avanzar en una eventual normalización de relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudí, para ampliar los Acuerdos de Abraham, prioridad declarada del primer ministro israelí en política exterior. Las negociaciones, en las que también estaba volcada la administración de Joe Biden, iban por el buen camino, pero quedaron truncadas por los ataques del 7 de octubre. Riad insiste en que los lazos formales no se concretarán sin una solución viable para los palestinos.
Tomado de RTVE