‘Me secuestraron dos veces, me electrocutaron y pidieron $ 7.000 por mi rescate, fue de terror’, cuenta guayaquileña deportada

Anahí estuvo esposada, sin poder ir al baño en seis horas y con la incertidumbre de ser devuelta a Guayaquil, la ciudad de donde huyó debido a las múltiples amenazas que recibió por parte de antisociales en su barrio, la Trinitaria, en el sur del Puerto Principal.

“La delincuencia estaba insoportable. No me dejaban en paz. Empezaron a extorsionarme, amenazarme, y me dio miedo. Por eso, busqué llegar a Estados Unidos a pedir refugio, asilo, que me ayuden, y me trataron muy mal”, recordó la joven de 26 años.

Ella fue parte de los cientos de deportados ecuatorianos que llegaron esta semana, ya durante el mandato de Donald Trump, que busca reforzar las políticas migratorias para evitar indocumentados en el país.

Anahí salió de Ecuador en mayo del 2024. Dejó sus estudios de Mecánica Automotriz y, con ayuda de su hermano, que le prestó $ 2.000, emprendió el viaje para llegar hacia los Estados Unidos.

Ella dijo que tuvo que pasar por la selva del Darién, en Panamá, para ingresar a Centroamérica y luego ir subiendo hasta llegar a México.

Ella recordó que los secuestros fueron en Durango y en Juárez, en la frontera entre México y Estados Unidos.

Luego de eso, se entregó en Estados Unidos porque sentía mucho temor de volver a ser secuestrada o violentada, pero también tuvo un trato muy malo, con humillaciones.

“Los mexicanos tirados a americanos nos trataron muy mal, nos encadenaron, no nos dejaban ir al baño”, dijo.

Añadió que se siente decepcionada del país porque regresa al mismo escenario de violencia en donde hizo todo por escapar el año pasado.

Decenas de deportados llegaron en tres vuelos en esta semana al aeropuerto de Guayaquil. Foto: Carlos Barros/ El Universo.

“Estoy demasiado cansada, triste, adolorida y decepcionada de este país, porque permiten que nos traten como delincuentes, que nos traigan esposados como que si nos vamos a escapar del avión”, lamentó la joven, quien utilizó la ayuda económica para acudir donde un familiar.

Otros ecuatorianos que llegaron junto con ella se animaron también a contar su historia durante el trayecto por llegar hacia los Estados Unidos.

Uno de ellos fue José, de 30 años, quien salió hace mes y medio de Guayaquil. Él presenció el asesinato de compañeros de viaje durante su trayecto por cruzar Guatemala y México.

“Desde Guatemala nos secuestraron. Veníamos con un grupo de chicas que viajan con el esposo de una de ellas. Los secuestradores las querían violar y el chico salió a defenderlas. Le pegaron horrible, lo tenían herido sin ayuda y le pidieron a la familia $ 5.000 para dejarlo en libertad. Y, como nos les dieron la plata, mataron al chico delante de la esposa”, recordó el joven guayaquileño, residente del sector Florida, en el norte de la urbe.

Él agregó que no bastó con eso: luego enterraron al esposo ahí mismo en ese sitio, delante de la esposa y de las amigas.

“Yo salí de Ecuador por extorsión, porque tenía mi negocio y me persiguieron, me querían secuestrar. Si aquí es horrible, ustedes no se imaginan allá: es el doble de maldad, crueldad”, manifestó.

Añadió que estuvo con otros migrantes que cruzaron por el Darién y que no se compara en nada a cruzar por México.

“Unos creen que el infierno es el Darién, pero el verdadero infierno es México. Eso sí es horrible, eso es secuestros tras secuestros. Sobrevivir allí sí es un reto. Por una parte me siento afortunado de haber podido cruzar con vida, porque otros compatriotas mueren en el intento”, comentó el joven.

Añadió que no le quedó otra opción que entregarse en la frontera y unirse al grupo ecuatoriano que ya estaba en lista para ser deportado.

Allí en ese mismo vuelo también vino Martín Cedeño, de 27 años. Él comentó que también fue secuestrado en Tamaulipas, en México, y que tuvo que pedir ayuda a su familia.

“Salí el 30 de octubre, pude llegar a México, me secuestraron y tuve que pagar $ 2.000. Ya al día siguiente me fui a entregar a Estados Unidos, me uní a los deportados, solo me tocó esperar”, lamentó él. (I)

Diario El Universo

COMPARTIR ESTA NOTICIA

Facebook
Twitter

FACEBOOK

TWITTER