La deuda externa es una herramienta de neocolonialismo, según informe de OXFAM

El colonialismo no es solo una página del pasado. Según Gizzele Custorio, Coordinadora de Justicia Económica de Oxfam para América Latina y el Caribe, las dinámicas de explotación económica que se instauraron durante la época colonial se han transformado y adaptado, pero persisten en la actualidad a través de mecanismos modernos como el sistema financiero internacional.

El informe “La colonia sigue vigente” destaca cómo, en 2023, el 1 % más rico del norte global extrajo 30 millones de dólares por hora del sur global. Este flujo de riqueza perpetúa un fenómeno que Oxfam denomina «colonialismo moderno».

A pesar de representar solo el 21 % de la población mundial, los países del norte controlan el 69 % de la riqueza global y acumulan el 77 % de la riqueza de los milmillonarios. Mientras los superricos acumulan más poder y recursos, la pobreza global ha permanecido prácticamente estancada desde 1990.

En América Latina, una persona del 1 % más rico tarda solo 1,4 días en ganar lo mismo que una persona del 50 % más pobre en todo un año. Además, los salarios en el sur global son hasta un 95 % inferiores a los del norte para empleos de la misma cualificación.

La deuda: una herramienta de colonialismo moderno

Custodio explica que la deuda externa es uno de los principales mecanismos de extracción de riqueza. Oxfam estima que, entre 1970 y 2023, los Gobiernos del sur global pagaron 3,3 billones de dólares en intereses de deuda pública a acreedores en el norte global, dejando pocos recursos para educación y salud.

“Cuando observamos los presupuestos nacionales, vemos que una gran parte se destina al pago de intereses de la deuda externa, en lugar de invertir en servicios esenciales como salud y educación.”

Esto ocurrió de manera alarmante durante la pandemia, cuando países como Ecuador priorizaron el pago de la deuda mientras miles morían por falta de atención sanitaria.

El informe destaca que esta dinámica no es inevitable, sino una decisión política. Custodio resalta que muchos países lograron suspender o reestructurar sus deudas durante la crisis sanitaria, mientras que otros, como Ecuador, continuaron con pagos que profundizaron la desigualdad.

Los paraísos fiscales: refugio de las élites económicas

Otro punto clave del informe es el rol de los paraísos fiscales. Según Custodio, “son instrumentos fundamentales para mantener la concentración de riqueza. Las grandes corporaciones y las élites económicas transfieren sus ingresos a estos territorios, evitando pagar impuestos en los países donde generan su riqueza”.

Esto afecta especialmente a las economías del Sur global, que ven cómo los recursos que podrían financiar políticas públicas se desvían a jurisdicciones opacas. Custodio insiste en la necesidad de implementar mecanismos de transparencia fiscal y gravámenes más justos, incluyendo impuestos progresivos y sobre herencias.

La tributación como herramienta de equidad

El sistema tributario actual en América Latina es, según Custodio, “extremadamente injusto”. La carga recae principalmente sobre los sectores de menores ingresos a través de impuestos regresivos como el IVA, mientras que las grandes fortunas y propiedades están subgravadas o incluso exentas.

“Un sistema tributario más justo debería reducir los impuestos al consumo y aumentar los impuestos progresivos. Además, los países de la región deben implementar gravámenes sobre herencias, para evitar la perpetuación de una aristocracia económica”, afirmó Custodio.

Oxfam insta a los Gobiernos a tomar medidas urgentes:

  1. Reducir la desigualdad: Garantizar que los ingresos del 10 % más rico no superen los del 40 % más pobre y combatir las injusticias económicas, raciales y de género.
  2. Aumentar los impuestos a los ricos: Implementar impuestos progresivos a la riqueza, las herencias y las grandes empresas.
  3. Reparar los daños del colonialismo: Cancelar la deuda pública del sur global, garantizar una representación justa en organismos internacionales como el Banco Mundial y el FMI, y ofrecer disculpas y reparaciones a las comunidades afectadas por el colonialismo.

Las raíces de la desigualdad

El informe también analiza cómo el colonialismo histórico dejó estructuras de poder que perpetúan la desigualdad. Custodio destaca que las concentraciones de tierra y poder en manos de unas pocas familias vinculadas a las monarquías coloniales evolucionaron hacia las actuales oligarquías y aristocracias.

El 60 % de la riqueza de los milmillonarios es heredada, está vinculada al clientelismo o al poder de los monopolios. Esto desmonta el mito de la meritocracia y resalta cómo las estructuras heredadas del colonialismo continúan marcando los niveles extremos de desigualdad actual.

Alternativas y desafíos para el Sur global

Custodio se mostró optimista ante iniciativas como la presidencia de Brasil en los BRICS, que ha planteado una agenda para crear alternativas financieras internacionales. Sin embargo, advirtió que estos cambios requerirán voluntad política y presión social.

«Aunque existe una narrativa que posiciona al Sur global como más corrupto, en el Norte también existen estos fenómenos, solo que están mejor encubiertos”, añadió.

Desde OXFAM, se llamó a reflexionar sobre la responsabilidad del norte global y de las élites locales en la construcción de un sistema más equitativo.

 

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