El presidente de Austria, Alexander van der Bellen, ha encargado a Herbert Kickl, líder del ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ), la tarea de formar gobierno tras una reunión este lunes. Una de sus tareas más importantes es garantizar que el país tenga un Gobierno «fuerte» capaz de gobernar, declaró el presidente federal en la rueda de prensa posterior a la reunión con Kickl.
Respetar la decisión de los votantes significaba que el presidente federal tenía que respetar la mayoría que había obtenido Kickl en las elecciones de septiembre. El conservador ÖVP había descartado categóricamente la cooperación con el FPÖ inmediatamente después de las elecciones. Sin embargo, el fin de semana, el ÖVP había renunciado a su ‘no’ categórico, dijo Van der Bellen.
Austria se encuentra en una recesión prolongada, la economía está estancada y la situación geopolítica es tensa debido a la guerra rusa contra Ucrania. Todas estas son cuestiones difíciles, y la libertad de los medios de comunicación en Austria también es un problema para Kickl. Sin embargo, se mostró «confiado en encontrar soluciones viables». Van der Bellen subrayó: «No he dado este paso a la ligera».
El presidente recibió a Herbert Kickl a las 11:00 en la Cancillería Presidencial del Hofburg vienés. Mientras tanto, manifestantes contrarios a Kickl como jefe de Gobierno se concentraron frente al Hofburg y en la Ballhausplatz, en el centro de Viena.
Fracasaron las negociaciones de coalición
El nuevo acontecimiento fue posible gracias a la dimisión del líder del ÖVP y canciller, Karl Nehammer, tras el fracaso de las negociaciones de coalición entre socialdemócratas, conservadores y NEOS. Desde entonces, el líder interino del ÖVP, Christian Stocker, ha declarado públicamente que estaría abierto a una invitación del FPÖ para entablar conversaciones de Gobierno.
El FPÖ se había convertido en el partido más grande en las elecciones parlamentarias austriacas de otoño, pero Van der Bellen no les había pedido formar gobierno por falta de perspectivas de un socio de coalición. Los últimos acontecimientos en el conservador ÖVP podrían conducir ahora a una coalición entre el FPÖ y el ÖVP.
No sería la primera coalición de este tipo. Entre 2017 y 2019, el ÖVP y el FPÖ formaron una coalición, aunque bajo jefes de Gobierno del ÖVP. En esta ocasión, la Cancillería sería probablemente para el FPÖ.
El viernes de la semana pasada, tras casi 100 días, fracasaron las negociaciones entre el ÖVP, el SPÖ y los NEOS y se selló el fin de una posible coalición tripartita. Después, las cosas fueron de mal en peor, y el ÖVP y el SPÖ declararon también el sábado que no era posible gobernar juntos. El canciller federal y líder del ÖVP, Karl Nehammer, anunció entonces su dimisión.
Fuente: Euronews