La seguridad, y específicamente contener las muertes violentas, fue uno de los retos del Gobierno nacional durante el 2024. Muchos de los asesinatos en las calles a plena luz del día y masacres en distintas localidades de Ecuador fueron relacionadas con la cruenta disputa entre bandas delictivas del crimen transnacional, 22 de ellas reconocidas como grupos terroristas en el marco del conflicto armado interno vigente.
A nivel nacional, del 1 de enero al 15 de diciembre de 2024 se registraron 6.547 crímenes, lo que equivale a una reducción del 16,5 %, comparado con el mismo periodo de 2023.
Así lo informó el 18 de diciembre la ministra del Interior, Mónica Palencia, en una de las últimas ruedas de prensa que dio el año anterior el Bloque de Seguridad, conformado por Fuerzas Armadas y Policía.


Asimismo, se indicó que el 83 % de los niveles de violencia se concentra en el Distrito Metropolitano de Guayaquil (DMG) y en las provincias de Manabí, Los Ríos, Guayas y El Oro, donde se han focalizado los mayores esfuerzos para contener la problemática.
La Zona 8, integrada por Guayaquil, Durán y Samborondón, es uno de los territorios más complejos en cuanto a la incidencia de muertes violentas, puesto que en esta jurisdicción operan muchas de las bandas, entre esas, Los Choneros, Chone Killer, Lobos y Tiguerones, identificadas como las más grandes.
De acuerdo con cifras oficiales, del 1 de enero al 20 de diciembre del 2024, en la Zona 8 hubo 2.328 asesinatos frente a los 2.714 del mismo periodo del 2023, es decir, se reportaron 386 casos menos. Si bien hubo una reducción del 14,22 %, en algunos distritos, el índice de homicidios fue alto.
Es el caso de Durán, cantón de Guayas que cerró el periodo anterior como el distrito más violento del país con 476 asesinatos hasta el 27 de diciembre, cifra que supone un incremento del 5 % si se compara el mismo lapso del año 2023.
Ese índice ubicó a este cantón entre los más violentos del mundo en función de la tasa por cada 100.000 habitantes.
En dicha localidad hay una disputa de vieja data entre Chone Killer (antes Ñetas) y Latin King, bandas dedicadas a ilícitos como el narcotráfico, extorsiones, secuestros, sicariatos y robos. Por eso, es uno de los dos cantones de Guayas con toque de queda de 22:00 a 05:00 en el marco del estado de excepción que se renovó por 30 días, el pasado 2 de diciembre.
A más de Guayas, el estado de excepción también rige en Manabí, Los Ríos, Santa Elena, El Oro, Orellana, el distrito de Quito y el cantón Camilo Ponce, en Azuay.
El coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Durán que asumió esa función a inicios de octubre pasado, ha señalado que en su territorio las muertes violentas no se dan por la incidencia del narcotráfico internacional, sino por el microtráfico y la economía criminal local. Y por ello, él es partidario de los estados de excepción focalizados.
A pesar de la compleja situación de la ciudad ferroviaria, entre octubre y noviembre, meses en los que hubo estado de excepción con toque de queda, se registró una disminución de asesinatos que va del 34 % y 67 %, respectivamente, frente al mismo periodo del 2023. La suma de ambos meses representó una reducción de asesinatos del 53,84 %.
Luego de Durán, Nueva Prosperina (noroeste de Guayaquil) es el segundo distrito de la Zona 8 con más homicidios intencionales. Hasta el 23 de diciembre en ese territorio se reportaron 369 asesinatos, cifra que, sin embargo, significa una reducción de 208 crímenes comparando los 577 eventos que hubo en 2023.
“Lo que se ha buscado a través de este año de la intervención con los patrullajes tácticos y con los operativos Resurgir es generar un desplazamiento de los eventos criminales hacia otras jurisdicciones, obviamente, la idea sería que no existan, pero es complicado eliminar el delito, entonces lo que se busca es una estrategia de desplazamiento del delito”, comentó el coronel Ramiro Arequipa, subjefe del distrito Nueva Prosperina.
Aquello explica, según el uniformado, que en 2024 hubo un ligero incremento de crímenes en circuitos como Paraíso de la Flor y El Fortín, pero en cambio, en otros circuitos como Monte Sinaí, Flor de Bastión y Nueva Prosperina la reducción de asesinatos se ubicó en 66 %, 67 % y 61 %, respectivamente.
En el 2023, Nueva Prosperina cerró el año como el distrito más violento de Ecuador con 577 homicidios, cifra que lo ubicó, además, como el tercero más violento del mundo después de dos ciudades mexicanas, Colima y Zamora.
Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia del Ejército, cree que para combatir al crimen organizado se requiere fortalecer las instituciones, lo que implica capacitar y equipar a las fuerzas de seguridad, garantizar la independencia del sistema judicial y luchar contra la corrupción en todos los niveles.
“Recuperar el control territorial también es prioritario, asegurando una presencia estatal constante en santuarios, puertos, fronteras y zonas vulnerables a través de estrategias de disuasión permanentes”, señaló.
También destacó la importancia de invertir en educación, generación de empleo y programas sociales que fortalezcan el tejido comunitario y reduzcan la dependencia de actividades ilícitas.
Pazmiño considera que es crucial desarticular las redes financieras de las organizaciones delictivas, utilizando tecnología para rastrear y confiscar recursos obtenidos de manera ilícita, desmantelando las bases económicas que sostienen sus operaciones. (I)
Fuente: El Universo