La aprobación en segundo debate de la ordenanza para regular el cobro del impuesto a los vehículos (rodaje), tributo municipal establecido en el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad), genera preocupación a los conductores por los valores por cancelar y los plazos.
Con esta normativa, el cabildo busca retomar el cobro del impuesto a los vehículos desde el 2025, luego de cuatro años de que la cancelación de dicho tributo no se gestionó en la administración municipal pasada, la de Cynthia Viteri.
Este impuesto está determinado en el artículo 491 del Cootad y la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) será la encargada de cobrar ese valor.
Con ello, la base de avalúo parte de un rango de más de $ 1.001 hasta por encima de los $ 40.001 en adelante, con valores de tributo desde $ 5 hasta $ 70. Aquellos autos que no superen los $ 1.000 están exentos.
Alfredo Ortega, taxista formal, expuso que el cobro de matrícula sería un duro gasto tomando en consideración que su actividad ya viene mermada en al menos un 40 % en esta época de apagones.
“Es un golpe porque obligado tienes que pagar si quieres matricular”, sostuvo Ortega.
Otro conductor que ofrece servicio de transporte, Efraín Mendoza, expuso que el cobro no debería aplicarse de una sola, sino buscar la manera de dividir en cuotas a largo plazo para afectar lo menor posible a los conductores que buscan mantenerse con su matriculación al día.
Planteó que cada año se vayan sumando paulatinamente los montos que no se han cobrado para afectar lo menos posible a la economía.
“Se ve difícil. Queremos evitar gastos. El tiempo está duro. Para que no se sienta fuerte, deberían dividirlos. Ahora en época de fin de año de repente se hace algo de dinero, pero por los apagones ha estado bien bajito todo”, manifestó.
En las calles también hay quienes aún desconocen el tema y esperan enterarse de más detalles del tributo para organizarse en los pagos, como el caso de Agustín Sacón, otro conductor.
Él revisó lo aprobado y llegó a la conclusión de que deberá pagar $ 30 por año más el resto de valores de matriculación, que alcanzan en promedio unos $ 150. “Me parece ilógico. No se cuál es el argumento para cobrar hasta retroactivo”, refutó.
Para Jaime Anchundia, otro conductor que tiene tres autos en su familia, retomar este cobro es “una mala decisión” en medio de la crisis económica y de energía.
“Cuando al pueblo le están dando alivios financieros desde diferentes entidades, al Municipio se le ocurre poner esta nueva tasa con carácter de retroactivo. Pésima decisión”, señaló.
A su vez, en el actual contexto, él remarcó que el trabajo en materia de tránsito se debería encaminar a desplegar agentes en los puntos críticos y aplicar controles a los automotores que salen de la urbe para matricularse en otros cantones a fin de evitar las revisiones técnicas.
“Están castigando a los que hacemos todo legal, matriculando en la ATM. Están fomentando que ese 30 % que este año hizo la revisión técnica vehicular busque hacerlo en otra provincia para evitar el pago”, detalló.
Víctor Chang, conductor de una moto, consideró que esta medida podría implicar que más autos busquen matricularse en un centro de revisión de un cantón cercano, a pesar de que en el resto del país también se lo aplica.
En su caso, tiene un automotor de alrededor de $ 4.000, por lo que deberá cancelar un estimado de $ 25 por año, además de los valores de $ 85 por la matrícula y revisión técnica que le salió en el pasado proceso.
“Para el bolsillo afecta. Ahorita no está la situación para andar gastando tanto. Deberían olvidarse de eso y cobrar desde el año siguiente en adelante y el resto de año no cobrarlo”, expresó.
Tanto en el primero como en el segundo debate de la ordenanza, la concejala Emily Vera expuso que más del 80 % del parque automotor de la urbe está valorado en $ 12.000, por lo que la mayoría deberá asumir $ 15 del impuesto por el año 2025. (I)