El rey Felipe IV se mostró especialmente crítico en su tradicional discurso de Nochebuena, en unas palabras cuya firmeza recuerdan al duro discurso tras el 1-0 y que han servido para reforzar su papel al frente de la monarquía. Los cerca de 15 minutos que duró su intervención han dejado mucho mensaje político que ha estado cerca de situarle al borde de la extralimitación de sus funciones.
Uno de los más sonados ha sido la llamada de atención a los grupos políticos en el arranque de su intervención, donde ha querido hacer hincapié en el desastre de la DANA en Valencia. El rey ha destacado la demanda de serenidad frente a la “atronadora” contienda política. Una discordia que, ha advertido, “no puede convertirse en un constante ruido de fondo que impida escuchar las verdaderas necesidades de la ciudadanía”.
Infobae