Una vez que el crimen organizado logró capitalizar las cárceles “vinieron los acuerdos, acuerdos por debajo de la mesa sobre quién maneja las prisiones”, dijo una exfuncionaria del Gobierno que investigó el sistema penitenciario, y que fue entrevistada para el estudio ‘Tras las rejas, fuera de control: la caída de las prisiones de Ecuador y el ascenso de sus mafias’, de InSight Crime.
Ambos señalan que en el régimen de Rafael Correa se tejió una red de apoyo estatal para proteger a bandas del crimen organizado, lo que beneficiaba a los grupos delictivos que operaban en silencio y realzaba la imagen del entonces Presidente, quien presumía que Ecuador era una isla de paz, cuando en realidad había “una paz mafiosa” que abrió la puerta al narcotráfico.
Los hechos refuerzan esta afirmación pues en el mismo período que el régimen de Correa lograba los “mejores resultados” en su lucha antinarcóticos –según la DEA–, la organización criminal de alias ‘Gerald’ también logró expandirse y consolidarse hasta convertirse en el mayor narcotraficante ecuatoriano. “El gobierno y el crimen organizado salieron ganando”, indica Córdova Alarcón
“El Gobierno de (Rafael) Correa no desactivó la crisis penitenciaria de Ecuador. Por el contrario, la preparó para explotar”, destaca InsigthCrime.
Presos manejan bancos dentro de las cárceles
Los pactos entre gobernantes y delincuentes crearon la llamada «zona gris de criminalidad» que es el espacio donde se acuerda la acción o inacción estatal, en definitiva, es el espacio de “respeto” que permite a todos los actores (gubernamentales y criminales) beneficiarse. Cuando el Gobierno cambia, esas zonas grises suelen verse amenazadas e inicia una ola de violencia. Los ejemplos son claros, pues las mayores matanzas carcelarias iniciaron tras terminar el mandato de Correa.
“Existían bancos internos, que manejaban efectivo y realizaban operaciones de usura. Si los presos necesitaban dinero en efectivo dentro, podían obtenerlo del banco a cambio de una comisión”, señala el estudio.
Líderes criminales crean fundaciones con el dinero generado en las cárceles
En el millonario negocio de la extorsión (en promedio la familia de un preso paga más de $250 para que acceda a alimento, cobijas y más) y otros “servicios” en las cárceles se lava, no solo en empresas fachada, también hay organizaciones criminales que tienen fundaciones.
“Incluso se han dado casos de mafias que han creado fundaciones sociales. Los Tiguerones, en su territorio natal de Esmeraldas, por ejemplo, crearon una asociación para formar a jóvenes como soldadores”, señala una lideresa barrial a InSight Crime.
Incluso, los líderes delincuenciales costean la universidad de quienes, a futuro, podrían ser sus abogados o testaferros. Mucho del dinero para estas acciones sale de las cárceles. Los servicios de inteligencia policial han llegado a calcular que cada año se mueven alrededor de $120 millones, gracias a una red de varias actividades ilegales dentro de prisiones. (DLH)
Diario La Hora