Víctima de un malestar cardíaco en medio del partido del domingo pasado, el centrocampista italiano Edoardo Bove (22 años) aceptó que le implantaran un desfibrilador cardíaco. Por lo tanto, el horizonte del jugador cedido por el AS Roma a la Fiorentina estará lejos de la Serie A, donde los jugadores no pueden jugar con un desfibrilador subcutáneo.
Admitido de urgencia el domingo pasado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Careggi de Florencia tras colapsar en el minuto 16 del partido de la Serie A contra el Inter de Milán, el centrocampista de Florence, Edoardo Bove, se le implantará un desfibrilador automático, informa La Gazzetta dello sport.
Esto significa que la (posible) continuación de la carrera del centrocampista italiano de 22 años no debería escribirse en la Serie A. La normativa del Campeonato de Italia prohíbe jugar con un desfibrilador automático subcutáneo. Prestado a la Viola, Bove debería tener que rescindir su contrato con el AS Roma, club al que pertenece.
Su caso recuerda al del danés Christian Eriksen (32 años), que tuvo que dejar el Inter de Milán en 2021, después de que le implantaran un desfibrilador tras el paro cardíaco del que fue víctima con Dinamarca durante la Eurocopa 2021. Desde entonces, el danés se ha recuperado en Inglaterra. Después de seis meses en Brentford en el primer semestre de 2022, se había unido al Manchester United, con el que está bajo contrato hasta el próximo junio.