La actividad petrolera decae en Ecuador y en su lugar crecen los negocios ilícitos y el narcotráfico

La crisis petrolera se profundiza en el país. La producción petrolera ha caído en 100.000 barriles de crudo por día en los últimos años, situándose en apenas 469.000 barriles diarios en septiembre de 2024. Esta drástica reducción, entre otros factores es consecuencia de un modelo estatizante que consolidó monopolios estatales en los denominados «sectores estratégicos», relegando la inversión privada a una condición meramente excepcional.

 

Esta crisis ya se siente en provincias de la Amazonía, donde las actividades económicas formales decaen y se disparan las actividades ilícitas e incluso el narcotráfico.

 

“Sucumbíos y Orellana está llenas de mafias y narcotráfico porque ya nadie quiere invertir en la actividad petrolera”: Nelson Baldeón, empresario con más de 15 años de experiencia en el sector petrolero

LA HORA recientemente ha publicado que el actual presidente Daniel Noboa dejará un pésimo legado petrolero, aunque la crisis del sector viene de más de 10 años.

P ¿Qué realmente está pasando con el sector petrolero? ¿Es cierto que ya hay despidos en empresas petroleras y aumento de la criminalidad en la Amazonía? ¿Hasta cuándo podrá aguantar el sector petrolero ecuatoriano sin inversiones?

La situación actual es crítica. Ya no hay resistencia. Los mismos consorcios de Petroecuador están despidiendo personal y no están invirtiendo. Las empresas privadas no quieren invertir porque no hay certezas. Sucumbíos y Orellana está llenas de narcotráfico y mafias porque ya no hay actividad petrolera, ya no economía formal. Yo no sé cuánto más se pueda resistir porque incluso las empresas petroleras están atrasándose, y alargando, los pagos a los proveedores. Ya está rota la cadena de pagos con los proveedores, y existen posibilidades de que entre enero y febrero de 2025 haya un colapso total de la cadena de los productores privados.

A mí me han contactado amigos que me cuenta que les han despedido y me han preguntado donde envían hojas de vida, cómo salen del país, o si les puedo ayudar a conseguir oportunidades en Houston.

 

Yo veo como la gente se desespera porque no se concretan las inversiones privadas y se cae la producción.

 

Yo personalmente lo siento como empresario. He perdido un montón de clientes que se han ido del país. Este último año ha sido súper duro y llega a un estrés personal y familiar porque está en juego el pago de escuelas, de la hipoteca. Es una incertidumbre tenaz.

P ¿Cómo impulsar la inversión privada que salve de la debacle al sector petrolero ecuatoriano si hay una fuerte oposición interna en la burocracia estatal y desde la Constitución hay trabas?

Se necesita decisión política. En países ultranacionalista y estatistas como México, la actual presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado fuertes inversiones privadas e incluso convertir a Pemex en sociedad anónima. Esto lo hace porque saben que, si se cae el sector petrolero, se quedan sin ingresos y se cae el Gobierno.

En otro Gobierno de izquierda radical como Venezuela, por ejemplo, la semana pasada la vicepresidenta llamó a todas las empresas privadas que tiene licencia para ver cómo se alinean para llegar a los 6 millones de barriles diarios de crudo. Saben que necesitan un sector petrolero fuerte incluso para evitar apagones.

Al presidente en Ecuador no tiene que importarle la oposición, sino tomar las decisiones necesarias para rescatar el sector petrolero y alcanzar la independencia energética del país.

P Si se toma las decisiones correctas y se tiene la voluntad política, ¿Hasta dónde podría crecer en el mediano plazo la producción petrolera en Ecuador?

En diciembre de 2023 le propusimos un plan a la exministra Andrea Arrobo para llevar la producción petrolera del Ecuador a los 700.000 barriles de crudo al día.

Se necesitaban $16.000 millones de dólares de inversión y otro oleoducto, pero era completamente factible.

Ese plan fue aprobado por la ministra Arrobo y lo iba a anunciar, pero llegó la crisis de apagones en abril de 2024 y la despidieron.

Con ese plan podríamos haber llegado a los 550.000 barriles en 9 meses y a los 700.000 barriles al día para el final del próximo año.

Era algo pragmático y ejecutable. Si Guayana, que es del tamaño de la provincia de Pichincha, está llegando al millón de barriles al día, nosotros ni se diga.

Entonces, se puede decir que hay planes, hay ofertas, hay documentos, y el presidente lo que debería hacer es firmar y adjudicar

Me da pena que en el país teniendo los recursos para explotar no se haga nada. Veo gente muriendo en las calles ya ni siquiera por narco, sino por delincuencia común, porque la gente está desesperada, no hay dinero, no hay flujo, las cadenas de pago están rotas.

P Si se sinceran los temas y se impulsa la inversión, ¿Cuánta inversión privada que está trabada podría concretarse en el Ecuador?

Si el presidente Noboa no sincera las cosas y quiere mantener todavía el voto joven, pues simplemente va a seguir trabado el sector petrolero. En Argentina se hablan de nuevas inversiones petroleras por $15.000 millones y en Brasil se maneja el monto de $110.000 millones.

En Ecuador hay $11.000 millones en inversiones en el sector petrolero que están paradas ya años y solo se necesita decisión política para que se concreten. Hay inversionistas que se mantienen en el país porque saben del potencial y solo esperan claridad y seguridad jurídica.

“Sin capital privado, el sector petrolero ecuatoriano se hunde”: Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal

P ¿Cuándo se trabó el desarrollo del sector petrolero ecuatoriano?

Desde la Constitución de 2008, a través del concepto de sectores estratégicos, se relegó a la inversión privada a una condición meramente excepcional. En 2007, el 51% de la producción total era privada; ahora es apenas 21%.  Desde 2014 la producción de petróleo está en caída libre. Ha caído 100.000 barriles por día.

Con esta política estatizante, todo tiene que pasar por Petroecuador, pero esa empresa pública no tiene ni los recursos económicos ni la transparencia (no tiene balances auditados).

Se persiste en la política estatizante cuando el Estado no tiene los recursos para hacer las inversiones necesarias. El desafío es ir hacia un modelo de inversión privada, pero para eso no son suficientes los grandes anuncios.

Lasso lanzó un portafolio con grandes inversiones. Noboa también lanzó un portafolio con $41.000 millones para la inversión priva en el área petrolera. Maravilloso.  Pero de eso, ¿Cuánto se va a poder concretar? Yo creo que prácticamente nada porque en la práctica todos los que están en el área petrolera tienen una visión distinta, tienen una visión de que Petroecuador debe seguir asumiendo responsabilidades, de que tiene que ser la empresa nacional la que maneje el petróleo.

Esa visión está consagrada en la Constitución y en las leyes. Esto es lo que piensa también quienes manejan el sector petrolero.

Ya hemos visto ejemplos de cómo se concreta esa visión estatizante. Se revertió al Estado las concesiones de los bloques petroleros 16 y 67, a pesar de que había sobre la mesa una propuesta de invertir desde lo privado $300 millones.

Lo mismo pasó con el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). Se dieron larga para tomar una decisión y ahora está otra vez en manos del Estado cuando había una propuesta desde el inversionista privado para invertir $130 millones de dólares para hacer una nueva variante alejada de la erosión regresiva del Río Coca.

Al final del día, todas estas decisiones están muy alineadas con esta visión de que quienes están dentro del Ministerio de Energía y piensan que el petróleo tiene que manejarlo la empresa estatal.

P ¿Cómo se puede concretar ese paso hacia la atracción de la inversión privada para dejar atrás el estatismo?

Primero, debe haber una intención política clara. En segundo lugar, por supuesto, también se debe establecer una legislación que sea atractiva y dé seguridad a esa inversión privada.

Uno de los problemas de fondo es que una cosa es lo que dice y quiere el presidente, y otra es lo que hace la burocracia estatal que tiene su propia lógica.

Por ejemplo, tenemos más de 8.000 permisos ambientales rezagados. Son inversiones que no sean aprobado. Hay casos de empresas que ya están en el Ecuador y están solicitando un permiso para perforar un nuevo pozo y les demoran dos años o más. Entonces esa es una manera también de limitar cualquier política más allá de lo que diga el presidente en su discurso.

Hay un grave problema de incentivos dentro de las instituciones encargadas con Petroecuador y el Ministerio de Energía y Minas. Existe medio a los cuestionamientos de Contraloría y por eso se paraliza, no se otorga un permiso ambiental.

El presidente de turno debería hacer un seguimiento personal y diario de cómo avanzan estos temas del otorgamiento de licencias ambientales. Si no se hace esto, todo seguirá trabado.

También se debe trabajar en simplificar la normativa engorrosa y poca clara que existe. Además, si queremos que haya más exploración, se encuentren más reservas, debemos apostar a los contratos de participación.

Yo creo que podemos aprender de casos como el de Colombia que, teniendo solo una cuarta parte de reservas petroleras que el Ecuador, produce 63% más. Lo que ellos hicieron es tener un marco regulatorio que fomenta la inversión extranjera y tener procesos de licitación claros y confiables. (JS)

Diario La Hora

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