El próximo 6 de diciembre, monseñor Luis Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil, viajará a Roma para ser partícipe del consistorio que se realizará en la capital italiana.
Cabrera, de 69 años, quien también es presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, es uno de los 21 nuevos cardenales anunciados por el papa Francisco y el sexto representante ecuatoriano. En entrevista con este Diario, el arzobispo de Guayaquil da detalles de su viaje a Italia y de las funciones que tendrá como cardenal.
Tras su designación como cardenal y a pocos días de viajar a Roma para la ceremonia en la que le colocarán el birrete cardenalicio, ¿qué cambios habrá con este nuevo rol en Guayaquil y Ecuador?
Lo primero, manifestar que mi permanencia en Guayaquil continúa. Seguiré aquí como un hijo de Guayaquil. Actualmente, también tengo esta otra tarea a nivel de la Conferencia Episcopal como presidente que se mantiene. De manera que las funciones habituales, ordinarias, continúan. Sería solo, prácticamente, un nuevo servicio que el papa Francisco me pide.
¿Tendrá periodos de permanencia en Roma?
Mi domicilio es Guayaquil. Luego, cuando el papa por algún motivo nos convoque, viajaría para esa sesión y luego estaría de vuelta a la ciudad.
¿Cuál será la agenda en Roma, ahora que viajará?
Una delegación saldrá desde Guayaquil, entre personas que trabajan, amigos y familiares, saldremos el 4 de diciembre. Se prevé llegar el 5 y el 6, lógicamente, hay que ver todo lo necesario: conseguir los boletos para que puedan las personas entrar a la Basílica de San Pedro a participar en las dos ceremonias. La primera ceremonia es el 7 de diciembre a las 16:00, ahí el papa nos entregará el birrete cardenalicio a 21 hermanos. El 8 de diciembre, a las 10:00, tendremos la eucaristía en la Basílica de San Pedro, que esta vez coincide con la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Luego, entre el 9 y 10, la delegación aprovechará para visitar algunos lugares de Roma, probablemente Asís, la tierra de San Francisco. El 11 estamos de vuelta a Guayaquil, ya que el 14 de diciembre, a las 10:00, se realizará la celebración de eucaristía en la Catedral de Guayaquil, como acción de gracias a este servicio que el papa Francisco encomendó.
¿Cada cuándo deberá viajar a Roma o cómo será el cumplimiento de sus funciones?
Todos esos detalles todavía no los conozco. Los cardenales somos parte del clero romano y por eso nos asignan, de una manera simbólica, un templo donde podamos ir a celebrar cuando estemos de visita. Eso no significa que uno va a vivir ahí, administrar, sino que es de una manera simbólica. Entonces tengo que saber también qué iglesia.
Entiendo que los viajes serían al menos una vez al año, pero todavía no sabemos. Cuando hay lo que se llama consistorio hay que acudir. Otra cosa importante es que el papa puede delegar alguna actividad en particular.
Muchos cardenales están encargados de algunos dicasterios, oficinas grandes para atender temas muy específicos. Son funciones que el papa le podría encomendar.
El papa dice lo siguiente: el título de servidor es lo más importante y tan importante que debe opacar a los otros títulos honoríficos, llámense reverencias, excelencias. Son títulos que en la historia han aparecido, pero lo más importante es el de servidor.
Monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil.
¿Cuáles serán las funciones que asumirá como cardenal y cómo será la voz de Ecuador?
Los cardenales son principalmente los colaboradores más cercanos del papa, en temas muy concretos. Seremos parte del grupo de consultores para algunos temas sobre evangelización, también algunos temas administrativos. Son personas de los cinco continentes, cada persona comunicará desde su experiencia. Por ejemplo, para mí, en ese sentido, será una gran responsabilidad llevar de alguna manera la voz de Guayaquil o de Ecuador, así como otras personas llevan la de otros países. Esa es la primera función.
La segunda función es la más delicada, es en caso de renuncia del papa o de fallecimiento, nombrar al nuevo papa. Entonces, son los cardenales, los menores de 80 años, los que tienen esta misión.
¿No se descarta que en algún momento, por ejemplo, se le pueda asignar presidir algún evento eucarístico en otro país?
Exactamente, pero las dos funciones principales son el ser parte del consejo y elegir al papa cuando haya ausencia de él.
En las ceremonias que presida, tras asumir su nuevo rol, ¿habrá cambios?
Creo que sería visual. El distintivo de los cardenales es usar la sotana roja, que también tiene su simbolismo. Es el símbolo de la entrega, del amor y de la firmeza para estar dispuesto, inclusive, a dar la vida por la fe. Es una sotana roja la que se usará y la que nos entregan, también hay otras sotanas negras o blancas que tienen filos rojos. Esos serían los distintivos.
Lógicamente, el solideo que se coloque en la cabeza será de color rojo. Yo digo de una manera muy sencilla, muy gráfica, una rayita roja. Nada más, no cambia más.
¿Cómo será ser el portavoz de Ecuador?
El papa nos escribió una carta muy bonita a los cardenales con el uso de las imágenes o metáforas. Él utiliza tres imágenes: los ojos, las manos y los pies. Entonces dice: con los ojos en alto, para ver más allá de nuestra realidad social, como es el caso de Guayaquil, de Ecuador; las manos juntas, que eso es un signo de la oración, de estar en comunión con el Señor, y con los pies desnudos, para tocar la realidad del pueblo.
¿Mi misión cuál es? Contar cómo se vive la fe en Ecuador, en medio de las dificultades, en medio de la violencia; cómo ser hombres y mujeres de paz, en medio de la corrupción; cómo ser hombres y mujeres honestas, transparentes, en medio de tanta angustia, de dolor, cómo ser hombres y mujeres de esperanza.
Esos son los desafíos que tenemos nosotros, la posibilidad de que una voz de Ecuador pueda estar presente también en esos ambientes. Estamos hablando de más de 250, 300 cardenales. Que la voz de Ecuador se escuche es una gran responsabilidad para mí y recordar que antes de hablar, tengo que escuchar. Será importante para mí encontrarme con los grupos, con las familias, con varios sectores, para decir bueno, ¿cómo ven ustedes a Ecuador? ¿Qué piensan? ¿Y cómo esa fe puede iluminar, puede sostener estos momentos difíciles?
Que no vean solo lo negativo, que no solo hay sombras, que hay cosas maravillosas y que nuestra gente es maravillosamente buena, es generosa. Hay más bondad que maldad. Hay más alegría que tristeza y en términos nuestros hay más santidad que pecado.
Saber que el ecuatoriano, la ecuatoriana tiene unas capacidades extraordinarias para levantarse, para salir adelante. Y en ese sentido Guayaquil es un ejemplo.
¿Qué se debería resaltar de esta nueva designación?
El papa dice lo siguiente: el título de servidor es lo más importante y tan importante que debe opacar a los otros títulos honoríficos, llámense reverencias, excelencias. Son títulos que en la historia han aparecido, pero lo más importante es el de servidor.
Por eso, este es un servicio, un servicio que lo acojo, al comienzo, con susto, porque era inesperado, pero lo acojo con mucha paz. Y también con humildad, porque yo conozco mis límites.
Luego del 14 de diciembre, fecha en la que está en Ecuador, ¿tiene previsto participar en otras ceremonias?
Hay algunos hermanos que me han invitado, por ejemplo, el obispo de Quito me invitó a celebrar la eucaristía del 17 de diciembre en la capital. Después, el 18, como yo vengo de la comunidad franciscana, también habrá una celebración en San Francisco, en Quito. Me han invitado también para Cuenca y hemos quedado para el 24 de diciembre a las 08:30, porque es el inicio del Pase del Niño Viajero, una fiesta muy importante para ellos.
Como yo soy de Azogues, pues también el obispo de Azogues tuvo la gentileza de invitarme para que vaya a celebrar el 3 de enero. Después de enero también tenemos otras actividades que son más al nivel de conferencia episcopal. Por ejemplo, está la posesión del nuevo obispo en Napo, una consagración del nuevo obispo de Sucumbíos, una ordenación de un obispo en Loja.
Hay varias actividades en las que estaré presente, pero siempre aquí mismo en Ecuador. (I)
Fuente: El Universo