Aunque, generalmente, los vemos en la cima de su carrera, rodeados de admiradores y viviendo en el centro del foco mediático, los famosos también tienen sus propios íconos y momentos de asombro. A veces, la realidad es que hasta los grandes de Hollywood pueden volverse fangirls cuando se encuentran con una figura que los inspira o a la que admiran profundamente. Es curioso pensar que, por más estrellas que sean, siguen siendo humanos, capaces de emocionarse como cualquier persona cuando interactúan con sus propios héroes.
Aunque, generalmente, los vemos en la cima de su carrera, rodeados de admiradores y viviendo en el centro del foco mediático, los famosos también tienen sus propios íconos y momentos de asombro. A veces, la realidad es que hasta los grandes de Hollywood pueden volverse fangirls cuando se encuentran con una figura que los inspira o a la que admiran profundamente. Es curioso pensar que, por más estrellas que sean, siguen siendo humanos, capaces de emocionarse como cualquier persona cuando interactúan con sus propios héroes.
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