CONSIGUE LA GLORIA ETERNA: Botafogo derrota al Atlético Mineiro y es campeón de la Libertadores por primera vez en su historia

Botafogo superó a Atlético Mineiro por 3-1 en la gran final y se coronó campeón de la CONMEBOL Libertadores por primera vez en su historia.

En un partido atípico, que tuvo un fuerte quiebre antes del minuto, el Fogao pudo sobreponerse ante la adversidad y terminó celebrando un título histórico en un Monumental que estuvo colmado de hinchas del nuevo campeón de América.

Gregore y una patada que frustró el plan inicial de Botafogo

Cuando se habla de un partido atípico en la gran final, es porque no es común que haya un expulsado a los 35 segundos de iniciado el compromiso.

Eso tuvo que sufrir Botafogo, que se quedó con un hombre menos antes del minuto por un inconsciente patadón de Gregore sobre el argentino Fausto Vera, que terminó cortado por el impacto de la suela del botín.

Con este cambio de panorama, Botafogo, diseñado para ser ofensivo más que defensivo, debió barajar y dar de nuevo.

Tuvo más sacrificio de Almada, Luiz Henrique colaboró sobre su banda y las líneas se juntaron aún más para bloquearle los caminos a un Atlético Mineiro que empezó a caer en la desesperación.

Luiz Henrique abrió el camino y facilitó la Copa Libertadores para Botafogo

Pasada la media hora de asedio y monopolio de la pelota que tuvo Atlético Mineiro con el hombre de más, Botafogo empezó a encontrar espacios en algunas contras que alertaron al conjunto de Gabriel Milito.

Cuando el reloj ya marcaba 35, Luiz Henrique, el refuerzo estrella de Botafogo en 2024 que llegó desde Betis, se encargó de anotar el primer tanto de la final: con un potente remate dentro del área y capturando el rebote de un remate previo, el futbolista de 23 años hizo estallar a la parcialidad del Fogao, que empezó a acariciar el título con esa anotación.

9 minutos después del primer tanto, Henrique peleó una pelota que parecía perdida ante la marca de Arana, primereó al arquero Everson y este terminó tocándolo dentro del área.

Con ayuda del VAR mediante, el juez Tello no dudó y pitó el penal que abrió las puertas al 2-0. Telles se hizo cargo de la pena máxima, engañó a John con su remate y puso la ventaja de dos goles en el marcador, algo impensado recordando la temprana expulsión de Gregore.

Milito mete mano, Mineiro reacciona y vuelve al partido

Con el objetivo de cambiar la imagen y conseguir un rápido descuento para volver a pelear la final, Gabriel Milito decidió salir al segundo tiempo con tres modificaciones: Vargas, Mariano y Bernard.

Lo que imaginó terminó ocurriendo. Apenas al minuto del complemento, el chileno Vargas ganó en el área y, con un cabezazo letal, colocó un descuento necesario para Atlético Mineiro.

Renovado y con nuevas esperanzas de remontar, el Galo se hizo cargo de la pelota otra vez, aunque en esta oportunidad sí fue más incisivo. La dupla Vargas-Deyverson generó peligro constante y Hulk hizo trabajar a Jonh con remates de media distancia.

Botafogo, apabullado por la intensidad de Atlético, se replegó, desestimó la idea de una contra y se sostuvo con un imperial partido de Alexander Barboza, que sacó todo lo que cayó dentro de su área.

Botafogo sacó todo, aguantó y se coronó campeón de la Copa Libertadores

Con el 2-1 en el marcador, Botafogo dio el 110% en cada acción para impedir la igualdad.

Atlético jugó su última bala la apuesta de Alan Kardec por Deyverson y se ilusionó con un testazo del gigante para ir por la remontada en Núñez. No ocurrió.

La dos últimas acciones clara para llegar al empate estuvo en los pies del chileno Vargas, que desperdició una pelota fenomenal de Mariano que terminó enviando por encima de travesaño.

Luego de esta falla, Vargas tuvo una segunda oportunidad por una desatención compartida entre Barboza y Adryelson, que terminaron sirviendo la bola al chileno.

Frente a frente contra John, Vargas decidió enviar la bola por encima del arquero y ejecutando una definición que no dio frutos.

Con 7 minutos más agotados los 90 reglamentarios, Botafogo sufrió los desbordes de Hulk, los centros al área y el enorme desgaste que había realizado desde el comienzo

Tuvo premio por su enorme sacrificio: en la última bola, Santos colocó el 3-1 y sentenció el partido. El Fogao celebró un merecido título, derrotó 3-1 a Atlético Mineiro en un juego trabajado y levantó la primera Copa Libertadores de su historia en el Monumental de River Plate.

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