Marilyn con su bebé de 1 año disfrutaron este martes, 26 de noviembre, de la caída de las flores de un árbol de guayacán durante una sesión de fotos en el parque Samanes, en el norte de Guayaquil.
Esta especie destaca en la zona de la bandera de Guayaquil en ese parque y es parte de los árboles que aún mantienen sus flores amarillas en el proceso de florecimiento.
El guayacán es una especie nativa de la Costa ecuatoriana, posee una copa ancha que permite dar sombra, alcanza los doce metros de altura y un diámetro en su tronco de aproximadamente sesenta centímetros.
Florece dos veces al año con sus características flores amarillas.
Este acontecimiento ha engalanado de amarillo algunos sectores de Guayaquil en las últimas semanas. Entre los sectores en que se puede apreciar desde lejos el toque amarillo de su florecimiento están las avenidas de las Américas, Víctor Emilio Estrada, Kennedy, Barcelona, Abdón Calderón, Luis Cordero Crespo y el centro de Guayaquil.
Pero ¿cómo florecieron los guayacanes si aún no llueve?
Julián Pérez, investigador de la Facultad de Ciencias de la Vida y encargado del bosque protector de la Prosperina, explicó que luego de una leve llovizna se dio el florecimiento, pese a la afectación hídrica que se vive en el país a causa de la falta de lluvias.
“Vemos que el guayacán (Tabebuia aurea) y las jacarandas, las moradas, ya están floreciendo por toda la ciudad. Vemos que estas especies introducidas tienen más adaptabilidad”, comentó Pérez.
Añadió que el guayacán endémico, propio de Guayaquil, también tuvo un florecimiento una semana antes.
Adrián Zambrano, gerente de la Empresa Pública de Parques EP, comentó que se ha cuidado a estas especies para mantener su proceso de florecimiento. Reciben mantenimiento semanal a cargo de la fundación Siglo XXI.
“Estos árboles adornan la ciudad. Se les ha hecho mantenimiento agronómico que comprende poda, desbroce y recolección de desechos. No solo a estos: a todos”, manifestó Zambrano.
Añadió que estos árboles también recibieron podas fitosanitarias, fertilización y endoterapia para controlar la plaga de la cochinilla que afectó al arbolado urbano de Guayaquil.
“Hemos tenido un florecimiento importante de los guayacanes. Es importante el mantenimiento, el cuidado, y en esta época que falta el recurso hídrico nos hemos enfocado más. Hay un cambio climatológico y vemos que en esta época del año se ha dado el florecimiento, y ni siquiera llueve”, comentó el funcionario.
En el parque Samanes hay distintas zonas en las que se puede ver el florecimiento de los guayacanes. “El guayaquileño no se tiene que ir a ninguna parte; aquí en su ciudad puede ver esta belleza”, dijo él. (I)
Fuente: El Universo