Israel presentó este miércoles una apelación ante la Corte Penal Internacional (CPI) por las órdenes de arresto emitidas el pasado 21 de noviembre contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y su ex ministro de Defensa Yoav Gallant, por considerarlos los máximos responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en la Franja de Gaza desde, por lo menos, el 8 de octubre de 2023.
“Israel presentó hoy a la Corte Penal Internacional (CPI) un aviso de su intención de apelar ante el tribunal con una demanda para retrasar la ejecución de las órdenes de arresto”, se lee en un escrito presentado por la oficina de Netanyahu, en el que se resalta “en detalle, lo inverosímil y carente de fundamento fáctico o legal que fue la decisión” del pasado jueves.
Asimismo, el escrito solicita al máximo tribunal mundial suspender la aplicación de la medida en tanto se comunique el resultado final de dicha apelación, a pesar de que Tel Aviv no reconozca la aplicación de esta corte y, por tanto, su pedido de arresto. De hecho, el Estado judío cargo contra el organismo y lo acusó de adoptar una postura antisemita ya que, aseguran, el accionar israelí se dio en el marco de su derecho a defenderse de las agresiones cometidas en primer lugar por los terroristas de Hamas.
“Si el Tribunal rechaza esta petición, demostrará aún más a los amigos de Israel en Estados Unidos y en todo el mundo la parcialidad de la CPI contra el Estado de Israel”, cierra el escrito.
Desde un primer momento, tanto Netanyahu como Gallant protestaron por la orden y acusaron al Tribunal de ser “un organismo político parcial y discriminatorio”. “La decisión antisemita de la CPI equivale al moderno juicio de Dreyfus, y también terminará así. La decisión fue tomada por un fiscal jefe corrupto, que intentaba salvar el pellejo de los graves cargos que se le imputan por acoso sexual, y por jueces parciales motivados por el odio antisemita hacia Israel”, dijo entonces el Primer Ministro.
“Ninguna resolución antiisraelí impedirá que el Estado de Israel proteja a sus ciudadanos. No cederé a la presión, no retrocederé y no me retiraré hasta que se alcancen todos los objetivos bélicos fijados por Israel al inicio de la campaña”, prometió.
Mientras un grupo de países de la comunidad internacional, como Estados Unidos, Argentina e Italia, vieron como un error el anuncio de la CPI, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, pidió respetar y aplicar la medida ya que “no es una decisión política, es una decisión de un tribunal internacional de Justicia”.
Francia, si bien suscribe al Estatuto de Roma, aseguró que no ejecutará la orden, algo que habría sido fundamental para alcanzar el alto el fuego en el Líbano, anunciado la víspera. Según medios israelíes, la participación del Palacio del Elíseo en este acuerdo estuvo condicionado a su compromiso de no dar lugar a la orden de arresto contra Netanyahu y Gallant.
“Francia respetará sus obligaciones internacionales” en lo que refiere a su compromiso para con la CPI, que “exige plena cooperación” pero, a su vez, “prevé que un Estado no puede actuar de forma incompatible con sus obligaciones en virtud del derecho internacional”, dijo el primer ministro, Michel Barnier.
Fuente: Infobae
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