La península de Noto, en el centro de Japón, registró la noche del martes un terremoto de magnitud 6,6 en la escala Richter sin alerta de tsunami, un nuevo susto para una región que aún se recupera del seísmo de magnitud 7,6 que devastó varias de sus localidades y dejó más de 400 muertos el pasado enero.
El seísmo tuvo lugar en la víspera a las 22:47 hora local y, según la Agencia Meteorológica nipona (JMA), las localidades que más notaron su impacto fueron Wajima, Shika y Hakui, las tres pertenecientes a la prefectura de Ishikawa, donde siguen las labores de recuperación tras el Terremoto de Año Nuevo, que dejó 456 muertos y 2,44 millones de toneladas de escombros, según datos oficiales.
Las autoridades locales solamente reportaron una persona herida, una mujer de 70 años, en la ciudad de Tsubata, pero el temor radica ahora en la posibilidad de que estructuras dañadas por el devastador temblor de principios de año terminen colapsando a causa del nuevo terremoto.
La planta nuclear de Shika no registró anormalidades, según la operadora Hokuriku Electric Power.
La profundidad del foco del terremoto fue de 7 kilómetros frente a la costa occidental de la península de Noto, rodeada por el Mar de Japón, y durante el seísmo se detectaron temblores en una amplia zona que va desde el noreste hasta el oeste de Japón, según la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
La JMA advirtió que existe el riesgo de que se produzcan en la región durante la próxima semana terremotos que puedan alcanzar un nivel 5 en la escala sísmica japonesa, que llega a 7 puntos y mide el movimiento en la superficie más que la cantidad de energía liberaba por el seísmo. (I)