Como si se tratara de películas de terror, se hacen llamar ‘Carniceros’, ‘Duendes’ o ‘Freddy Kruger’s’. Son jóvenes, adolescentes incluso, extremadamente violentos y ambiciosos. Y encarnan nuevas células criminales que dejan un rastro de muerte y miedo en la disputa de zonas estratégicas de Guayaquil.
Los Duendes y Freddy Kruger’s -por ejemplo- han trasladado a las calles del suroeste de la ciudad la guerra que iniciaron en la Penitenciaría del Litoral, en el complejo carcelario del norte de Guayaquil, donde su enfrentamiento se saldó con la masacre de 17 reclusos el pasado 12 de noviembre.
En la matanza, miembros de Los Duendes desmembraron dos cuerpos de la banda rival e incluso les extrajeron a sus víctimas el corazón.
Tras la matanza carcelaria, protagonizaron al menos cinco crímenes múltiples en las calles del Suburbio de Guayaquil, al suroeste de la ciudad, en el distrito Portete, que dejaron una veintena de muertes violentas en las dos últimas semanas.
¿Quiénes son y de dónde surgen estas nuevas bandas que hasta inicios de año ni siquiera constaban entre los 22 grupos de delincuencia organizada declarados como terroristas por el Gobierno Nacional?
El teniente coronel Edison Molina, jefe de Policía del distrito Portete, las define como “células criminales” centradas en operaciones de extorsión y microtráfico de drogas, cuyos integrantes cuentan entre 17 y 24 años, entre los que se encuentran incluso mujeres.
Se trata de facciones que se desprendieron, o cuyos cabecillas alguna vez recibieron órdenes de narcotraficantes o de capos, de grupos más grandes como Los Choneros y Los Lobos.
Jóvenes sin «códigos» criminales
Tras la masacre carcelaria, la Policía del distrito Portete tuvo que ejecutar un centenar de allanamientos y tácticas similares a las zonas donde el crimen se ha desbordado al fin de contener la violencia desatada incluso contra la hermana y abuela de uno de los cabecillas.
Además, la “presión policial sobre zonas periféricas urbanas” como Durán está incidiendo en que grupos como Los Chone Killers migren desde el vecino cantón también al Suburbio Suroeste, a «territorios relativamente controlados”.
Los Duendes y los Freddy Kruger’s tienen su bastión en los circuitos Chala y Salinas del distrito Portete, en el suroeste de la ciudad.
Como han operado tradicionalmente en los mismos territorios, en el suroeste “se conocen entre ellos”, lo que les facilita ejecutar retaliaciones y vendettas no solo contra sus rivales, sino contra familiares. Esto marca una ruptura de los «códigos criminales» tradicionales.
“Estos grupos son células de organizaciones más grandes que poco a poco van ganando terreno, en medio de alianzas y traiciones se van apoderando de territorio”, explicó el teniente coronel Freddy Raza, subjefe del vecino distrito Esteros, en el sur de Guayaquil, donde operan siete organizaciones criminales.
En el sector Malvinas de este distrito está en ascenso la agrupación Carniceros, que se disputa la zona con una organización más conocida, Mafia-18.
Los M-18 se están replegando en el sector y algunos de sus miembros “están pasando a ser Carniceros”, explicó el oficial, quien lideró allanamientos el viernes 22 de noviembre de 2024. El operativo macro se dirigió a afectar estructuras dedicadas a la extorsión, el microtráfico y el robo de motos.
De la Penitenciaría a las calles
La Fiscalía responsabilizó a miembros de la pandilla carcelaria de Los Duendes por la masacre carcelaria de la madrugada del 12 de noviembre.
La matanza se desató por la “ruptura de una tregua temporal” -según la versión oficial del sistema penitenciario- y por prácticas extorsivas con la comida en el pabellón 3 de la Penitenciaría, de acuerdo con fuentes policiales y familiares de los presos.
También habría estado en juego una presunta amenaza de secuestro contra la madre de un líder de Los Duendes, por parte de Los Freddy Kruger’s. Estos grupos, junto a Mafia-18, se dividen las alas del pabellón 3 de la Penitenciaría.
En la masacre carcelaria resultó asesinado Jhon Stalin Navarrete Morán, padre de Jhon Steven Navarrete Quiroga, alias ‘Cuyuyuy’, líder de los Freddy Kruger’s y antiguo lugarteniente del asesinado narcotraficante Leandro Norero (financista de Los Lobos y Los Chone Killers).
El pasado 14 de noviembre, dos días después de la masacre, tras un atentado con explosivo a una vivienda en las calles 26 y Augusto González (en el Suburbio suroeste), un panfleto amenazaba con atacar a toda la familia del cabecilla. Esa casa consta como domicilio judicial de ‘Cuyuyuy’.
«Eso te pasa por matar a señoras de setenta años”, rezaba el papel contra el líder de los Freddy Kruger’s, a quien logró liberar Norero, señalado además por una de las primeras masacres carcelarias en la Penitenciaría del Litoral, la del 23 de febrero de 2021.
Otro panfleto, supuestamente atribuido a Duendes, Latin Kings, Mafia-18 y Lagartos le juraba guerra en el Suburbio “a todo el que le copie a los Freddy Cuyuyuy”, en referencia a los Freddy Kruger’s.
Los informes de inteligencia que han sustentado las más recientes declaratorias de Estado de excepción señalan los riesgos de “la constante fragmentación criminal” que vive Ecuador, “producto del quebramiento de alianzas o cambio de liderazgos”.
La muerte de cabecillas de organizaciones criminales -refieren los documentos- crean declives de poder que dan lugar a oportunidades de ascenso y a una mayor “atomización criminal”.
Fuente: Primicias