Una mesa técnica entre agricultores y autoridades fue conformada para analizar afectaciones y muerte en los sembríos de coco por la presencia del anillo rojo y la Rhynchophorus palmarum, que es un insecto-plaga conocido como la gualpa.

El objetivo es solicitar mediante decreto la declaratoria de emergencia fitosanitaria para el sector cocotero de Esmeraldas, reveló Eberman Rodríguez, del comité de agricultores afectados.

Este inconveniente se presentaría desde el 2012. Al momento se actualiza el censo de hectáreas contaminadas, dijo Julio Ramírez, de la Federación de Humedales del Bajo Borbón.

Este muestreo se ejecuta también en territorio, en la zona norte y sur de la provincia de Esmeraldas, detalló Paúl Barrera, director distrital de Agrocalidad. Esta institución estima que en un 90 % se han contaminado las plantaciones de coco, preocupación que viene desde el 2022, dijo el funcionario.

Alcira Bone, una comerciante de cocos del cantón Eloy Alfaro, comentó que han cambiado su actividad por el ca como alternativa de fuente de empleo.

Alonso Palacios, otro comerciante, recuerda que en años anteriores recogía hasta 30.000 cocos para la venta. En la actualidad se dedica a la cría de pollos y siembra de cacao.

Según un censo del 2015 realizado por unos 110 agricultores, en San Lorenzo del Pailón y Eloy Alfaro, había 8.870 hectáreas de coco. Eloy Alfaro tenía unas 5.000 hectáreas con una producción de cerca de 80.000 cocos mensuales.

Los mercados principales son Guayaquil, Quito y otras ciudades de la Sierra, comentó Lucrecia Estacio, propietaria de una plantación de cocos en el Bajo Borbón.

“La plaga (la Rhynchophorus palmarum) nos dejó en cero y me obligó a suspender a unos 15 obreros”, sostuvo Estacio.

Los agricultores del coco preparaban sus tierras, seleccionaban las semillas y las nuevas plantas se sembraban a una distancia de hasta 15 metros, utilizando fertilizantes naturales, según el dirigente Rodríguez.

Plantaciones de cocos afectadas por plagas, en la zona rural de Eloy Alfaro, norte de Esmeraldas. Foto: Cortesía

Mary Quiñónez, dirigente de colectivos de mujeres afro, detalló que el coco de la zona de Eloy Alfaro logró posicionarse en mercados internacionales y permitió aplicar valor agregado y fomentar emprendimientos locales, como el coco seco, cocadas, empacado al vacío, aceite de coco, manjares con miel de caña y artesanías.

En el cantón Muisne, en el sur de la provincia de Esmeraldas, el panorama es similar para los agricultores de cocos, manifestó Andrés Godoy, finquero.

Comentó que en la actualidad tiene deudas con instituciones financieras que le otorgaron créditos para renovar los sembríos.

Pedido a las autoridades

En el primer encuentro de cocoteros, con la participación de representantes de tres cantones (Muisne, San Lorenzo y Eloy Alfaro), se solicitó a las autoridades competentes la declaratoria de emergencia y la condonación de deudas para este sector, gravemente afectado durante las crisis conocidas como la pandemia del coco, que abarcaron los periodos 2009-2014 y 2019-2024.

Estas reuniones se realizaron en Las Peñas y en Borbón, el 21 y 22 de noviembre, se acordó enviar el pedido de emergencia al presidente de la República, Daniel Noboa, y al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Además se acordó la toma de muestras de las aguas de los ríos de Eloy Alfaro, donde se realiza actividad minera extractiva a cielo abierto, análisis de las plantaciones por parte de Agrocalidad, entre otros pedidos. (I)