El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado este sábado a la presidenta del think tank America First Policy Institute (AFPI), Brooke Rollins, para el puesto de secretaria de Agricultura (USDA). Con este nombramiento, el líder republicano ha completado la confección de su nueva Administración, llena de polémicos nombres que tendrán que superar la aprobación del Senado.
Trump ha definido a Rollins como «una patriota leal«. Abogada, de 52 años y nacida en un área rural de Texas, Rollins tendrá a su cargo a casi 100.000 empleados del USDA, compuesto por 29 agencias y oficinas.
«Como nuestra próxima secretaria de Agricultura, Brooke encabezará el esfuerzo para proteger a los agricultores estadounidenses, que son verdaderamente la columna vertebral de nuestro país», ha señalado el presidente electo en un comunicado de su equipo de transición.
El magnate ha destacado que Rollins ha pasado los últimos cuatro años defendiendo las políticas de “nuestra agenda America First (EE.UU. primero)” como fundadora y directora ejecutiva del AFPI y America First Works (AFW), desde donde ayudó a crear “un equipo de patriotas leales”. Rollins había sido directora del Consejo de Política Interior de la Casa Blanca al final del primer mandato de Trump, antes de fundar el AFPI en 2021 con otras figuras próximas al candidato republicano, Larry Kudlow y Linda McMahon, a su vez nombrada secretaria de Educación.
Trump ha recordado que su nominada hizo parte de su Consejo Asesor Económico en 2016, y fue directora de la Oficina de Innovación Estadounidense y asistente del Presidente para Iniciativas Estratégicas. «Hizo un trabajo increíble durante mi primer mandato… en estos puestos, ayudó a desarrollar y gestionar la agenda de política nacional transformadora de mi administración», ahondó.
Rollins sería la segunda mujer en estar a cargo del USDA, después de Ann Veneman, que trabajó para el Gobierno de George W. Bush. (2001-2009). De ser confirmada por el Senado, Rollins participará en la renegociación del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, que se realizará el próximo año, y lidiar con la promesa del presidente electo de establecer aranceles a ciertos productos agrícolas.
Una Administración leal a Trump
Con este nombramiento y la serie anunciada el viernes por la noche, Donald Trump ha completado su Gobierno. El presidente electo estadounidense nombró rápidamente a sus principales ministros, premiando en particular a aquellos que le han permanecido fieles en los últimos años, un tiempo convulso marcado por varias investigaciones y procesos judiciales.
Un grupo de 15 asesores (cada candidato tendrá que ser confirmado por el Senado) que dirigen cada uno un departamento burocrático dentro del gobierno estadounidense, con JD Vance como vicepresidente y Susie Wiles como jefa de gabinete.
Entre ellos figuran el secretario de Estado, el senador Marco Rubio; el ahora expresentador de Fox News, Pete Hegseth, para Defensa y el candidato independiente y antivacunas Robert F. Kennedy, que finalmente se retiró para apoyar a Trump y será secretario de Salud.
El penúltimo nombramiento fue el de Scott Bessent para dirigir el Tesoro, que vino precedido por los del petrolero Chirs Wright como secretario de Energía o el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, como secretario del Interior.
El más mediático, el multimillonario Elon Musk, al mando de un nuevo organismo de eficiencia administrativa. El más polémico, el de Matt Gaetz como fiscal general, cuya acusación por abuso a menores ha obligado a Trump a recular y designar para dicho cargo a Pam Bondi.
Ahora, Trump podrá ponerse a repartir los principales puestos de la administración federal, unos 4.000 que se renuevan cuando rota la Casa Blanca. Varios puestos gubernamentales siguen sin asignarse por el momento, como el de responsable de Pequeñas y Medianas Empresas y la Oficina de Ciencia y Tecnología.
El puesto de Representante Comercial de la Casa Blanca (USTR) también sigue sin asignar, pero se espera que el nuevo secretario de Comercio, Howard Lutnick, supervise estos equipos, que tradicionalmente dependen directamente del presidente.
Fuente: RTVE